Según el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y el Servicio Aragonés de Salud, la nueva orden de fidelización de especialistas sanitarios va a permitir que cerca de 90 profesionales médicos que terminan su formación este año trabajen en centros de difícil cobertura de la Comunidad Autónoma este verano.
El Hospital Ernest Lluch de Calatayud, ha acogido la comparecencia de la gerente del Salud, Ana Castillo, junto con el gerente del sector de Calatayud, Rafael Lapeña, la directora del hospital, Cristina Guarga, y una de las MIR fidelizada, la uróloga María Soto.
Castillo ha dado a conocer en Calatayud los datos de la primera fase de fidelización de médicos internos residentes (MIR) de último año puesto que en esta localidad se han adherido a la nueva normativa varios profesionales.
Asimismo, ha señalado que este primer balance es muy positivo puesto que gracias a la orden de fidelización van a permanecer abiertos todos los centros de salud y los consultorios en época estival, salvo algún cierre puntual de algún día, en estos últimos. Además, se ha logrado retener talento y también atraer talento de otras Comunidades Autónomas y captar a profesionales en hospitales de fuera de Zaragoza.
“El objetivo de esta medida es retener y atraer el talento, a los especialistas que hemos formado en Aragón de forma excelente, y también a otros que se han especializado en otras Comunidades Autónomas y quieren venir a trabajar a esta tierra, a zonas más despobladas”, ha dicho Castillo.
Ha recordado que en 2024 se da una situación excepcional a causa de la pandemia ya que los médicos internos residentes que comenzaron su formación en 2020, la iniciaron en septiembre y no en mayo, como es habitual.
Ha detallado que esto hace que este año acaben, por un lado, aquellos que se han formado en especialidades de cinco años de duración. Comenzaron en mayo de 2019 y han terminado en mayo de este año. Y, por otro lado, otro grupo profesionales cuya formación dura cuatro años, quienes empezaron a formarse en septiembre de 2020 y concluirá en septiembre de 2024. Entre estos últimos, se incluyen los MIR de Familia.
En mayo, han acabado en Aragón su formación MIR 42 profesionales. De éstos, cuatro se han acogido a la orden de fidelización: un oncólogo en el Hospital de Barbastro; otra oncóloga en el Hospital San Jorge de Huesca, quien ha realizado el MIR fuera de Aragón; una uróloga en el Hospital de Calatayud y una médico internista, también en Calatayud y que se ha formado, igualmente, fuera del territorio aragonés.
Además, otros 12 especialistas han optado por quedarse a trabajar en Aragón, con modalidades diferentes a las contempladas en el decreto de fidelización bien porque se han quedado en Zaragoza, bien porque trabajan en un centro de difícil cobertura, pero con contratos de sustitución o reserva de plaza.
En septiembre, acaban su especialidad 196 profesionales, entre ellos, 76 de Medicina de Familia y Comunitaria. De estos 196, unos 80 van a trabajar en verano, de forma voluntaria, en centros de difícil cobertura, acogiéndose a una adenda a su contrato, con un incentivo económico.
En concreto, 46 son MIR de Familia y unos 35 de otras especialidades. De esta forma, de los 238 profesionales que este año concluyen el MIR entre mayo y septiembre, cerca de 90 van a trabajar en centros de difícil cobertura. Estas cifras pueden aumentar en las próximas semanas ya que la posibilidad de acogerse a la fidelización sigue abierta.
Los dos grupos de medidas que se han implantado dentro de la orden de fidelización, son:
• Medidas para aquellos que ya han finalizado su formación MIR:
Contratos de hasta tres años; contratación combinada para matrimonios o parejas; búsqueda de vivienda y centro educativo para los hijos; jornadas flexibles; estancias periódicas en hospitales de la ciudad de Zaragoza; másteres; una mejor valoración de méritos; y un plus económico de fidelización de hasta 30.000 euros: 6.000 euros el primer año, 9.000 el segundo y 15.000 el tercer año.
• Medidas para aquellos que están próximos a finalizarla:
Una adenda a su contrato actual para trabajar, de forma voluntaria, durante el verano, en centros de difícil cobertura, con un incentivo económico y tutorizados.