El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha visitado las obras del complejo de BonÁrea en Épila, la primera gran inversión anunciada por su gobierno en la pasada legislatura, y ha comprobado que el mayor proyecto empresarial de bonÁrea Agrupa, que supondrá tener en Aragón toda la integración vertical completa, es ya una realidad tras una inversión de 170 millones de euros. Se realiza de forma progresiva, en un periodo de 10 años y supondrá una inversión final de unos 400 millones de euros y la creación de unos 4.000 puestos de trabajo.
Lambán, que ha agradecido la apuesta de la compañía por Aragón, ha asegurado que se ha quedado corto al identificar este proyecto de Bonárea en un principio como la «Opel de la agroalimentación aragonesa». A su juicio, esta iniciativa será a medio y largo plazo «el buque insignia de la agroalimentación española».
El presidente aragonés también ha puesto en valor la influencia que tendrá el desarrollo de esta empresa para todos los productores de la zona de influencia de Épila, a cuyo ayuntamiento y alcaldes ha reconocido su labor.
La construcción de este nuevo centro alimentario bonÀrea en Épila sigue a buen ritmo y hasta la fecha, a parte de los operarios/as implicados/as en las obras, ya trabajan en él 80 personas. Dentro del estado general de obras destaca la finalización de algunos equipamientos y obras, la fase intermedia de construcción de otros y el inicio de proyectos que ya estaban planificados.
Las actuaciones que acometerá la empresa durante este año y los tres o cuatro siguientes, pretenden continuar con el desarrollo de la actividad e inversiones en la nave logística (nave de 110.000 m² que requerirá mucha inversión y más mano de obra), la puesta en marcha de la nave de frutos secos (ya en fase final de construcción), la construcción y puesta en marcha de la nave de líquidos, fábrica de pet-foods, almacén para la recogida de cereales, planta de abonos y semillas, nave de quesos y postres, nave de platos cocinados, centro promocional (tienda+bufet) y la nave de congelados.
Con todo ello, Bonárea prevé que la inversión durante este año 2023 alcanzará unos 50 millones de euros, y en el período 2024/2027 superará los 160 millones, es decir, una previsión de inversión de unos 50 millones anuales durante estos años.
A su vez también se quiere ampliar dichos proyectos para dar cabida a nuevas fuentes de energía, tales como el hidrógeno (por el que Aragón está haciendo una fuerte apuesta) o el biogás (que permitiría una mayor circularidad con el aprovechamiento de subproductos y residuos). La empresa ha valorado que, tras experiencias recientes como la pandemia o los problemas de suministros derivados de conflictos, hacen que sea conveniente poder ampliar la capacidad de estocaje y regulación de la producción mediante la construcción de nuevas naves de congelación.
Todo el centro alimentario, y cada actividad en particular, está pensado para que tenga la máxima eficiencia energética, nivel de autosuficiencia y autoconsumo, máxima reutilización y aprovechamiento de recursos, mínimo consumo de agua posible, circularidad, etc., todo ello con la tecnología más avanzada, para lograr un centro sostenible y eficiente.
Tras la fase de urbanización y la actual de construcción de las naves logística, líquidos y frutos secos, lavadero de cajas, talleres, depuradora y gasolinera, entre 2023 y 2026 se afrontará la tercera fase destinada mataderos y salas de despiece para aves y ganado.