La Policía Nacional ha realizado una operación contra el tráfico de drogas en Algeciras (Cádiz) que se ha saldado con ocho detenciones. Los detenidos supuestamente formaban parte de una organización criminal dedicada a la venta de cocaína y heroína.
Los presuntos autores de un delito de tráfico de drogas distribuían los estupefacientes en el barrio de La Bajadilla de la localidad gaditana, apuntan los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en una nota recogida por Europa Press.
Según la Policía Nqacional, esta operació contra el menudeo de drogas se inició meses atrás cuando tuvieron conocimiento de un punto negro de cocaína base y heroína, así como “rebujito”, nombre por el que se conoce a la mezcla de ambas. Más de 50 agentes participaron en el despliegue policial que ha finalizado con el desmantelamiento de cuatro puntos de venta.
Los investigadores inmediatamente realizaron labores propias para el esclarecimiento de los hechos, detectando el innumerable trasiego de toxicómanos que se desplazaban a cualquier hora del día para comprar la dosis de sustancia estupefaciente, así como para la localización de los puntos de venta, detectando hasta cuatro puntos en el mismo barrio.
Tras un arduo trabajo, dada la dificultad y hostilidad de la zona, los investigadores pudieron concretar que se trataba de un verdadero grupo criminal dedicado al tráfico de drogas, perfectamente estructurado y con unos roles bien delimitados y definidos. Así, esta organización contaba con un jefe y dueño de los puntos de venta quien los dirigía, supervisaba y en ocasiones él mismo se ponía al frente realizando las transacciones.
Disponía de varios vendedores, los cuales regentaban los puntos de venta de estupefacientes y realizaban las transacción de droga por dinero, además de encargarse también de preparar las dosis de sustancias estupefacientes al consumidor final.
Entre sus integrantes también contaban con los conocidos como aguadores, personas distribuidas por las calles aledañas para avisar de la presencia policial a la vez que captaban y guiaban a los posibles compradores hasta los puntos de venta.
El grupo operaba con numerosas medidas de seguridad, las cuales tenían como fin dificultar el trabajo de los investigadores para no ser detectados. Contaba con diversas casas en las que vender y preparar la droga, vendiendo incluso a veces en la propia calle o incluso a través del método «telecoca», desplazándose hasta el lugar donde se encontraba el comprador.
Otra de las fuertes medidas de seguridad de este grupo criminal era contar con puerta acorazadas de hierro y reforzadas con «vigas de obra» en su interior, además de varias cerraduras de seguridad, creando así un verdadero búnker. Circunstancia que no fue obstáculo para los investigadores, para acceder a la vivienda en escasos segundos y así poder evitar que los vendedores se deshicieran de la droga.
Tras meses de investigación, se solicitó los correspondientes mandamientos de entrada y registro en los distintos domicilios al juzgado de instrucción número 5 de Algeciras en funciones de guardia. Finalmente, en un operativo formado por unos 50 agentes de policía nacional, se realizaron cuatro registros domiciliarios y ocho detenciones, hallando balanzas de precisión, útiles de preparación de la droga, 900 euros fraccionados, un arma blanca, un arma simulada y dosis listas para la venta de cocaína y heroína.