Una nueva tormenta política sacude al Partido Popular (PP) de Sevilla tras la filtración de una carpeta llena de facturas, presuntamente vinculadas a sobresueldos y desvíos de fondos públicos, que llevaba años guardada en una notaría. El escándalo salpica directamente al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y reaviva la histórica guerra interna entre las dos facciones políticas del partido.
El origen de la controversia radica en documentos contables de la época en la que Juan Bueno presidía el PP sevillano. Dichos papeles, publicados recientemente por varios medios de comunicación, ponen en el punto de mira a Sanz y a Bueno por el presunto uso indebido del dinero asignado por la Diputación de Sevilla al grupo popular. Esta situación ha sido aprovechada por la oposición municipal para exigir explicaciones al gobierno local.
Fuentes internas del PP aseguran que esta filtración es parte de una batalla interna que, aunque parecía haber amainado tras la llegada de Ricardo Sánchez a la presidencia del partido en 2022, nunca terminó de resolverse. La rivalidad entre el núcleo cercano a Juan Ignacio Zoido —incluyendo a Sanz y Bueno— y el grupo afín a Javier Arenas, ha vuelto a estallar con más fuerza que nunca.
Según ha trascendido, la documentación estaba bajo custodia notarial por decisión de la ex presidenta del PP sevillano, Virginia Pérez, quien habría tomado esta medida para evitar que los documentos fueran utilizados como arma en las luchas intestinas del partido. No obstante, recientemente, el secretario general del PP de Sevilla, José Ricardo García, retiró la carpeta del notario, y poco después los documentos comenzaron a filtrarse a la prensa.
Aunque no se ha señalado oficialmente a ningún responsable de la filtración, todo apunta a un posible “fuego amigo”. El hecho de que solo un representante legal del partido pudiera acceder a la documentación refuerza la teoría de que las revelaciones provendrían del propio seno del PP.
Por el momento, ni Sanz ni Bueno han ofrecido declaraciones públicas, mientras que la dirección regional del partido, liderada por Juanma Moreno, se enfrenta al reto de contener un escándalo que amenaza con debilitar la imagen del PP andaluz en un momento crítico.
La oposición ha exigido una investigación exhaustiva y no se descarta que el asunto pueda tener repercusiones legales si se confirman los presuntos delitos económicos.