El portavoz socialista en la Comisión de Sanidad, Iván Carpi, ha arremetido contra la gestión de la sanidad pública en Aragón bajo el gobierno de Jorge Azcón, denunciando que se encuentra inmersa en un «descontrol, desidia, incapacidad y caos». Durante su intervención en el pleno de las Cortes de Aragón, Carpi afirmó que el gobierno de Azcón está llevando a la sanidad pública aragonesa «a un callejón sin salida», acusando a los gestores de «no saber ni querer» solucionar los problemas del sistema.
Carpi citó una serie de problemas graves, como el «goteo incesante» de ceses y dimisiones en la administración sanitaria, destacando la reciente salida de figuras clave, entre ellas el gerente de los sectores sanitarios de Huesca y Barbastro, y diversos directores de atención primaria y enfermería. Estos cambios, según el portavoz socialista, evidencian la «nefasta gestión» del Gobierno de Aragón en este ámbito.
El diputado también se refirió al fracaso del llamado Plan de Fidelización, cuyo objetivo era retener talento en el sistema sanitario, asegurando que «todo ha sido un auténtico desastre». Carpi calificó de «insulto a la profesión» el hecho de que, en este tiempo, no se haya creado ni una sola plaza de enfermero especialista, uno de los colectivos más demandados en el sistema.
Además, Carpi destacó la situación crítica de la Atención Primaria, que ha provocado el colapso de las urgencias hospitalarias, y la grave situación de los hospitales rurales, que siguen siendo olvidados por el gobierno regional. A ello se suma la escasez de psicólogos públicos, con solo cuatro por cada 100.000 habitantes en Aragón, frente a la media europea de 38.
La denuncia también se extendió a la creciente demora en las consultas externas, que ha empeorado en varias especialidades, y la amortización de plazas de Enfermería en el Centro de Salud de Almudévar, que se suman a otras decisiones similares en el ámbito de la medicina.
Carpi también criticó la tendencia del Gobierno de Azcón de favorecer la sanidad privada. En su intervención, recordó que el acceso al nuevo hospital privado de Zaragoza costó 2,6 millones de euros y que, además, se está promoviendo el traspaso de personal de la sanidad pública a centros privados. «Nuestro capital más preciado, el capital humano de los servicios públicos, se pone al servicio de la sanidad privada», sentenció Carpi, concluyendo con un reproche al gobierno del PP por su enfoque en privatizar los servicios de salud.