Impulsar la reconstrucción de las infraestructuras afectadas por las riadas de los pasados meses de agosto y septiembre. Es lo que ha marcado como prioridad la Comisión de Medio Ambiente y Turismo de las Cortes de Aragón, después de aprobar por unanimidad una proposición no de ley de Aragón Teruel Existe.
En este sentido, solicitan al Ejecutivo autonómico que realice un informe de las tormentas que han afectado a Aragón en agosto y septiembre, incluyendo los valores de intensidad de las precipitaciones en los municipios afectados, así como una evaluación detallada y un diagnóstico de los daños sobre las infraestructuras de transporte y servicios básicos, infraestructuras del ciclo del agua, las explotaciones agropecuarias y los cultivos, industrias, inmuebles y viviendas.
La cámara ha emplazado a establecer un conjunto de medidas, dotadas de la financiación adecuada y de un mecanismo de cooperación institucional con las diputaciones provinciales y los municipios para reconstruir las infraestructuras, viales, calles, puentes, caminos rurales, sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento afectados.
Asimismo, poner en marcha una línea de ayudas para los agricultores que hayan visto afectados sus cultivos y producciones, y asesorar a particulares y empresas para que reciban las compensaciones correspondientes por los bienes asegurados.
Además, el Parlamento ha reclamado al Gobierno que diseñe, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) una política hidrológica y territorial para afrontar los riesgos de las tormentas
En concreto, la Comisión ha propuesto elaborar un protocolo de actuación municipal frente a los riesgos derivados de las tormentas, inundaciones y ramblas torrenciales que incluya una guía para adecuar la ordenación urbana, los servicios básicos y las infraestructuras a las situaciones de tormenta; un mecanismo «ágil» para la comunicación entre administraciones de las incidencias y para la coordinación municipal.
También, identificar las áreas con riesgo potencial significativo de inundación en cada cuenca hidrográfica y actualizar los planes de riesgos y los mapas de peligrosidad.