El detonante no ha podido ser más trágico, pero la protesta se basa precisamente en el incendio de la residencia de Villafranca de Ebro para pedir mejoras.
Y es que los Colegios Oficiales de Enfermería de las tres provincias aragonesas ven necesario plantear «profundos cambios» en el modelo actual de atención sociosanitaria, puesto que los problemas ya detectados en las residencias aragonesas se han agravado desde la irrupción de la Covid-19.
En este sentido, han recordado que Aragón cuenta con una legislación de 1992 que está «obsoleta» en materia de centros sociosanitarios y que está «muy lejos» de estar adaptada al actual marco demográfico y de atención a las personas usuarias.
Estas inquietudes, recogidas y analizadas por un comité de trabajo enfermero, fueron compartidas con la Administración el pasado mes de julio con una propuesta de actualización y modificación de la legislación vigente, han señalado.
La organización colegial de enfermería ha remarcado que el perfil de residentes de los centros sociosanitarios ha evolucionado en las últimas décadas hacia un usuario con mayor grado de dependencia, además de con una importante demanda de servicios específicos.
Ello hace que estos equipamientos se estén convirtiendo en centros «cada vez más sanitarios que sociales», debido al complejo estado de salud de las personas usuarias.
«Estamos hablando, entre otros, de pluripatología, de fragilidad, de incontinencias, caídas, síndrome confusional, úlceras por presión, enfermedades neurológicas degenerativas, entre otras», han detallado. El resultado es que «tenemos personas mayores con alta carga de enfermedad, viviendo en residencias sociales no definidas para cubrir sus necesidades de salud».