A una semana de las elecciones europeas del 9 de junio, la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón se ha metido en el Río Ebro con el lema ‘Mójate por Europa’, para demandar a los partidos políticos que concurren a las elecciones que la lucha contra el cambio climático debe ser una prioridad.
«Tras un año más de récords de temperatura y desastres derivados de la emergencia climática que afectan desproporcionadamente a quienes menos tienen, los gobiernos del mundo siguen sin estar a la altura de lo que exige la ciudadanía y la comunidad científica», subrayan desde el colectivo.
«En Europa, la doble amenaza del negacionismo, que niega toda evidencia científica, y el retardismo, que defiende medidas que solo buscan retrasar la lucha contra el cambio climático, derivan en una tendencia peligrosa que contamina las políticas públicas y pone en riesgo los derechos de todas las personas y de nuestro planeta. Este tipo de corrientes perpetúan nuestra dependencia de los combustibles fósiles a pesar de sus devastadoras consecuencias medioambientales, y utilizan el ‘lavado verde’ mientras la crisis climática sigue avanzando. Frente a ambos, la ciencia sigue siendo nuestra guía», continúa el manifiesto.
Asimismo, apuntan que «en un contexto político convulso, marcado por una creciente militarización contraria al clima y al respeto de los Derechos Humanos, la instrumentalización de la crisis del campo contra las políticas ecologistas, unas políticas climáticas cada vez más distantes de las comunidades que habitan los territorios, y las elecciones europeas como telón de fondo, los compromisos de los gobiernos deben ser más ambiciosos para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados».
Por todo, «necesitamos una transición justa y solidaria, que no deje a nadie atrás y que garantice a las personas un futuro que merezca la pena ser vivido. En consecuencia, exigimos que la financiación de la lucha contra el cambio climático corra a cargo de los países ricos, que son los principales causantes del cambio climático, así como la condonación inmediata de la deuda internacional de los países del Sur Global, deuda que les imposibilita adaptarse a un cambio climático que no han causado y del que se ven inevitablemente afectados. Una transición que nos permita tener ecosistemas sanos, sistemas alimentarios sostenibles y saludables, soberanía alimentaria y energética, ciudades habitables y servicios públicos de calidad!.
«Aunque lo que sucede en la Unión Europea pueda resultarnos algo muy lejano, lo ocurrido en estos últimos años ha puesto de manifiesto cómo las políticas que se dictan allí marcan las políticas nacionales en cuestiones climáticas que impactan directamente en nuestras vidas», concluyen.