Los representantes de los gobiernos español y francés han expresado su satisfacción por la reapertura, este viernes, del paso fronterizo de Somport, que se produce un mes antes de lo previsto. Esta conexión había estado cerrada debido a los graves daños sufridos en la calzada a causa de las intensas lluvias que azotaron la zona los días 6 y 7 de septiembre. A partir de las 14:00 horas, la carretera RN134 en territorio francés volverá a estar operativa para el tráfico.
Durante el acto inaugural del tramo renovado de la RN-134, cerca de la localidad francesa de Urdos, el subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, agradeció, en nombre del Estado español, la colaboración del gobierno francés y su representante en la región de los Pirineos Atlánticos, el prefecto de Pau, Jean-Marie Girier, por su esfuerzo para restablecer la comunicación en esta vital vía transfronteriza.
Así, se ha felicitado por la celeridad en las obras, ya que han concluido un mes antes de lo previsto y, en un principio, se contemplaban plazos de ejecución aún mayores, de seis meses a un año. «Estamos encantados», ha asegurado. Los trabajos han contado con un presupuesto de 2 millones de euros.
Campo ha destacado que «hoy va a ser un día importantísimo» a ambos lados de los Pirineos y que todos los empresarios del transporte y los establecimientos de la zona «estarán encantados».
El prefecto, por su parte, ha coincidido en que esta es «una jornada feliz porque era muy esperado» y ha remarcado que «el Estado francés se ha movilizado en un diálogo permanente con España», lo que permite reabrir esta ruta con un mes de antelación y antes de Navidad.
Ha expresado que la «tragedia» del mes de septiembre afectó a los dos países ya que una frontera es «esencial» para las familias, para la cultura y para la economía tanto del valle del Bearn en Francia como de los valles altoaragoneses.
Entre los factores que han permitido que los trabajos avanzaran más rápido de lo previsto, Girier ha citado la meteorología favorable y que pudieron recuperar 27.000 toneladas de grava, que no tuvieron que ir a buscar «lejos», lo que ha permitido «ganar tiempo».