Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, analiza para Crónica de Andalucía el panorama político estatal, donde vaticina «una legislatura completa» de su partido, al mismo tiempo que analiza el avance de una ultraderecha que «denigra» las instituciones y valora los tres años de legislatura de Moreno Bonilla en Andalucía con un mensaje claro: «Han sido tres años perdidos».
2021 ha sido un año clave para el PSOE en Andalucía, con la celebración de unas primarias y la renovación del liderazgo en la figura de Juan Espadas. Como secretario de organización federal, ¿cómo ve ahora a la federación andaluza?
El PSOE andaluz es un partido renovado e ilusionado bajo el liderazgo de Juan Espadas. Con un proyecto de futuro muy claro para Andalucía, y muy preocupado por la acción, o mejor dicho, por la ausencia de acción del Gobierno del PP en Andalucía, con Moreno Bonilla al frente.
El PSOE andaluz está preparado para devolver a Andalucía todo lo que ha perdido durante estos últimos años con el gobierno de la derecha.
Andalucía lleva tres años bajo gobierno de la derecha y 2022 será año electoral. ¿Confía Ferraz en la posibilidad de que el PSOE recupere un gobierno autonómico que siempre fue suyo?
Los gobiernos no son de nadie, están para servir a los ciudadanos. La concepción patrimonialista del poder es algo inherente a la derecha, por eso cuando no gobiernan se dedican al boicot, el negacionismo y la deslealtad.
El PSOE transformó y modernizó Andalucía en sus sucesivos gobiernos. En cambio, los tres años del PP con Moreno Bonilla al frente han sido tres años perdidos. Tres años de poner buena cara para tapar la carencia absoluta de proyecto político para Andalucía. Ni un solo avance, solo han ofrecido parálisis y retroceso.
2022 es un año decisivo. Un año en el que, gracias a la gestión del Gobierno de España, se consolidará la recuperación económica y se avanzará en las grandes reformas para la segunda gran transformación y modernización de España. La llegada de los fondos europeos constituye una oportunidad histórica. Un hito de inversión pública y privada que sentará las bases de nuestro futuro. Andalucía no puede perder ese tren, el tren del progreso.
Tenemos un partido unido y muy robusto que ha sido protagonista de todos los grandes avances de este país, y eso la ciudadanía lo percibe.
Ni un solo avance de este país, ni de Andalucía, ha sido impulsado por el PP. Al contrario, siempre poniendo palos en las ruedas. Por eso haremos todo lo que esté en nuestra mano para volver al Gobierno.
Pero las encuestas siguen siendo muy favorables al PP y a Moreno Bonilla
Más que encuestas, yo lo que veo es mucho interés por parte de algunos de intentar generar un determinado clima de opinión en favor de unos y en detrimento de otros. Las encuestas de verdad son las que aportan su ficha técnica y muestran todos los datos con transparencia. Sin eso, aunque intenten hacerlas pasar por encuestas, no lo son.
El que intente dar por muerto al Partido Socialista de Andalucía se equivoca de lleno. Tenemos un partido unido y muy robusto que ha sido protagonista de todos los grandes avances de este país, y eso la ciudadanía lo percibe.
En cualquier caso, la situación de los servicios públicos en Andalucía está erosionando mucho al gobierno de derechas. ¿Cree que hace bien el PSOE de Andalucía en centrar su estrategia electoral en ese déficit?
No es una cuestión de estrategia electoral. El deterioro y el colapso de los servicios públicos en Andalucía, en concreto de la sanidad, es un hecho y lo saben todos los andaluces, por mucho que Moreno Bonilla se niegue a aceptar la realidad. Y la realidad es que cuando gobierna, la derecha se dedica a desmantelar lo público. La realidad son los 8.000 sanitarios despedidos por el Gobierno andaluz, las listas de espera y los contratos precarios de un mes.
La realidad es que los servicios públicos mejoran con recursos y con políticas públicas, no con sonrisas. Para los socialistas, lo público es una prioridad. Estamos centrados en devolver a los andaluces y a las andaluzas todos los derechos que han perdido con la incompetencia del Gobierno de la derecha y acabar con esta parálisis. Desde los pensionistas hasta los estudiantes, pasando por los sanitarios. La clase trabajadora.
Hablemos de política nacional. El Gobierno sigue resistiendo las acometidas de una oposición de derechas, de PP y Vox, muy agresiva. ¿Cree que este nivel de confrontación está debilitando la democracia?
La fortaleza de una democracia reside en buena parte en la fortaleza de sus instituciones. Y estas, lamentablemente, se resienten cada vez que la derecha, en su deriva kamikaze como rehén de la ultraderecha, las denigra.
Denigra el Parlamento, cuando cada semana insulta, descalifica y miente. Denigra el CGPJ, que lleva ya más de tres años con el mandato caducado por su intolerable bloqueo. Y denigra la Constitución cada día que se niega a cumplir sus mandatos de renovación de los órganos constitucionales. La democracia costó mucho conseguirla en este país, y hay que defenderla cada día.
Vox es un partido tóxico, con principios a los que en toda Europa los demócratas, del signo que sean, le hacen un cordón sanitario. En cambio, aquí tenemos un pp abrazado a la ultraderecha que ha abandonado todo sentido de Estado y el más mínimo patriotismo. Una oposición instalada en el boicot y el negacionismo, que va a Europa a intentar sabotear la llegada de fondos a España con mentiras y falsedades con tal de atacar al Gobierno.
No se dan cuenta de que no hacen oposición al Ejecutivo, hacen oposición a España. Pero frente al ruido, cada semana en el Congreso se sacan a delante leyes que mejoran la vida de la gente y amplían derechos. 47 leyes, a pesar de la pandemia. Eutanasia, pensiones, bono alquiler joven, becas, Ingreso Mínimo Vital, etc.
Las encuestas siguen vaticinando triunfos de Pedro Sánchez en hipotéticas elecciones generales, ¿cómo ve esta tendencia?
Pensar ahora en elecciones generales es solo una ocurrencia de aquellos que piensan en todo, menos en los intereses de los españoles. Lo hemos dicho muchas veces, nuestra prioridad es consolidar la recuperación, que sea justa, y sacar adelante las reformas necesarias para que España puede vivir su segunda gran modernización.
Mal que les pese a algunos, la legislatura será completa.
Volvamos a la cuestión orgánica, en este caso federal. ¿Cómo está siendo la experiencia de ser secretario de Organización del partido que ostenta el gobierno de la nación?
Mi experiencia se resume en lo que mejor sé hacer, que es lo mismo que he hecho siempre: trabajar, trabajar y trabajar. Trabajar para afrontar todos los retos que tenemos por delante como partido, y en este caso, como partido de Gobierno que afronta con responsabilidad y valentía unos de los tiempos más complejos y decisivos de nuestra historia reciente.
Tiempos que no han sido ni son fáciles, como decía, pero que también suponen una gran oportunidad. Tenemos la oportunidad de consolidar una recuperación justa, que llegue a todos y a todas, y de transformar y modernizar el país. Reformas que ya eran necesarias antes de la pandemia, pero que ahora son imprescindibles.
Ser secretario de Organización del PSOE es para mí un enorme orgullo.
2021 también fue un buen año para vuestra organización, con un Congreso Federal, el de Valencia, que resultó una fiesta tras meses muy complicados de pandemia y confinamiento. ¿Cómo lo vivió?
Lo viví con mucha ilusión y mucho orgullo. Orgullo de formar parte de un partido que ha liderado todos los avances de este país, que ha demostrado que se puede gestionar y salir de una crisis protegiendo y ampliando derechos, en lugar de recortarlos.
El Congreso de Valencia lo que puso de manifiesto es la unidad de todo el partido en torno a un hecho: que la socialdemocracia está más viva y es más necesaria que nunca.
Hablemos de la acción de gobierno. ¿Qué prioridades se marca el PSOE desde el Gobierno central para el tiempo que resta de legislatura?
El PSOE es un partido imprescindible para la prosperidad de España y su futuro. Nuestro proyecto para España se resume en un verbo: crecer. Crecer en economía. Crecer en empleo. Crecer en libertades. Crecer en derechos sociales y laborales. Crecer en justicia social. Nuestro proyecto para España es que España crezca. Crecer más y mejor.
Y lo haremos con lo que es ya una seña de identidad: con el diálogo y el pacto. Porque este partido dialoga y acuerda, algo que la derecha desconoce y a lo que además se cierra totalmente. Prefiere el boicot y el no a todo acuerdo y al avance social.
La figura de Yolanda Díaz está centrando muchas miradas, ¿la veis como una rival o como una futura aliada para mantener un gobierno de izquierdas?
Yo espero que las distintas formaciones que hay a la izquierda del PSOE sean capaces de unirse y articular un proyecto, porque será bueno para nuestro país. No nos interesa que sea un voto disgregado, sea quien sea quien lidere ese proyecto.
En cualquier caso, ¿es importante para vosotros que las izquierdas a la izquierda del PSOE alcancen una entente para que no se disperse ni se pierdan votos de izquierdas?
Es lo que decía antes, lo deseable es que fuera en un proyecto compacto que mantuviese su representación. El próximo Gobierno no va a ser de un solo partido, y los progresistas somos el antídoto contra el retroceso y contra al peligro democrático que supone la ultraderecha.
En las próximas elecciones los ciudadanos tendrán que elegir entre avance, o retroceso.
Nuestro proyecto para España es que España crezca. Crecer más y mejor.
Preocupa mucho la deriva de la ultraderecha, ya totalmente asentada en el ideario político nacional. ¿Por qué en España la derecha le ha dado cobijo mientras que el centroderecha europeo, en Alemania o Francia, por ejemplo, la combatieron?
Eso habría que preguntárselo a Pablo Casado, que es el gran responsable. Estoy seguro de que dentro del PP hay mucha gente que, como en el resto de Europa, no está de acuerdo con ese abrazo con la ultraderecha, con ese blanqueamiento.
La discrepancia no solo es legítima, sino que es sana en política. Pero hay líneas rojas. Y no hablo ya de respeto, que también, sino de mentir para señalar a minorías y colectivos, normalmente vulnerables. Señalar al extranjero, al pobre, al inmigrante, a las mujeres, a los homosexuales… Eso no es compatible con una democracia sana.
En Europa lo saben, y actúan en consecuencia. Mientras que aquí, incomprensiblemente, el PP les emula y les da cada vez más espacio. España, y Andalucía, son otra cosa. Hablamos de un país y una tierra abierta, plural, diversa y tolerante. Es mucho más de lo que cabe en sus mentes tan estrechas. Por mucho que se disfracen.