España ha reafirmado su compromiso con la Unión Europea (UE) y la OTAN en el Cuartel General del Eurocuerpo, un centro de cooperación militar multinacional al que España se unió en 1994, dos años después de su creación en 1992. Este cuartel general es uno de los pilares de la defensa común en Europa, y España forma parte de las naciones marco junto con Bélgica, Luxemburgo, Polonia, Francia y Alemania.
Recientemente, la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón, al personal español desplegado en Estrasburgo. En total, 122 militares y dos civiles realizan diversas tareas dentro del Eurocuerpo, que se ha consolidado como un símbolo de Europa y la defensa europea, destacando por su capacidad para ofrecer mando y control versátil en la gestión de crisis.
El Eurocuerpo destaca por su naturaleza dual, ya que opera tanto en el ámbito de la UE como de la OTAN. De hecho, este cuartel general sirve como el Cuartel General de la Fuerza de la UE y el Cuartel General Conjunto de Respuesta ante Crisis de la OTAN. Esta capacidad dual fue una de las cuestiones destacadas por la ministra Robles, quien subrayó la importancia de la unidad entre los países de la UE y la OTAN en momentos tan difíciles como los actuales.
Durante su visita, Robles expresó «el orgullo que sentimos los españoles por contar con unas Fuerzas Armadas tan preparadas y con tan alto compromiso internacional», destacando el papel clave de España en el fortalecimiento de la defensa colectiva en Europa.
A lo largo de los años, el Eurocuerpo ha participado en diversas misiones de mantenimiento de la paz y gestión de crisis, incluyendo operaciones en los Balcanes, Afganistán y África, consolidando su experiencia en despliegues multinacionales y demostrando su capacidad para coordinar fuerzas internacionales.
Con la reciente aprobación de la ‘Visión 2026+’, las naciones marco del Eurocuerpo han delineado su futuro, centrado en constituir un cuartel general conjunto especializado en operaciones terrestres de respuesta a crisis, con la capacidad para llevar a cabo operaciones multidominio. Esta nueva etapa fortalecerá aún más el papel del Eurocuerpo en la defensa común europea y en la respuesta ante los desafíos globales actuales.