Zaragoza acogió la clausura del XXVI Congreso CIDEU con la aprobación de la Declaración de Zaragoza por parte de la Asamblea General de esta red que aglutina a más de un centenar de urbes iberoamericanas.
Durante tres días, las ciudades han puesto de manifiesto la necesidad de enfocar sus políticas «hacia una innovación urbana sostenible, avanzando hacia territorios inteligentes con las personas como centro de las estrategias de desarrollo, con la neutralidad climática como faro de buena parte de sus políticas públicas».
La alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, ya lo señaló en la sesión inaugural, destacando ser un «faro verde de Europa». Chueca destacó, entre otros asuntos, los buses eléctricos en el transporte público; la red urbana de más de 150 cargadores para vehículos; la puesta en marcha del Bosque de los Zaragozanos con el que se absorberán 11.204 toneladas de CO2 en 40 años; la reforma de viviendas para mejorar la climatización de los edificios y reducir los costes energéticos; la construcción de más de 1.400 viviendas de alquiler asequible para jóvenes; la puesta en marcha de un laboratorio de pruebas urbano o la transformación digital del Ayuntamiento.
Este viernes, la concejal de Hacienda y Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza, Blanca Solans, ha sido la encargada de inaugurar la última sesión y de moderar la mesa inicial dedicada a la «Colaboración entre ciudades iberoamericanas», en la que han participado los representantes de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo AECID, Daniel Masegoso, de la Secretaría General Iberoamericana SEGIB, Laura Ruiz, y el programa europeo de cooperación IURC, David Calvo.
Solans ha destacado el valor de compartir experiencias entre ciudades y constituir redes que «nos hacen más fuertes». Una idea a la que se han sumado los representantes de las agencias internacionales, quienes han subrayado que este intercambio de conocimientos es beneficioso entre otras cosas porque nos aporta «soluciones que ya han sido probadas con éxito en otras urbes que coinciden en retos y problemas comunes».
En la última jornada del XXVI Congreso CIDEU se ha desarrollado también un diálogo de alcaldes, dividido en dos paneles, con la participación de los máximos representantes políticos de los municipios de Nabón (Asociación de municipalidades de Ecuador); Cañada de Gómez, Mendoza, Reconquista y San Justo de Argentina; Nuevo Chimbote, Perú; alcaldes de Santiago de los Caballeros y Moca, de República Dominicana, y el alcalde de Cuenca, Ecuador.
A continuación, CIDEU ha celebrado su Asamblea General en la que han estado representados medio centenar de localidades iberoamericanas y se ha aprobado la Declaración de Zaragoza. Un documento que sirve de guía para enfocar sus políticas municipales y en el que, además de resaltar la necesidad de avanzar hacia una innovación urbana sostenible, se señala que las personas deben ser el centro de las estrategias de desarrollo. Además, se comprometen a que la neutralidad climática sea faro de buena parte de sus políticas y a reforzar la participación ciudadana empleando las nuevas herramientas tecnológicas, pero cuidándose de no ahondar en la «brecha digital». Todo ello bajo el paraguas de la planificación estratégica urbana y territorial.
Durante estos tres días, los alcaldes y representantes de estas ciudades han podido conocer de primera mano grandes apuestas de la ciudad en estas áreas, como PLAZA y TMZ, Tranvías de Zaragoza y Avanza, Zaragoza Activa, Etopia y Ciem, y CTRUZ y el Ciclo del Agua, entre otros.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha acogido esta cita anual de la red de ciudades iberoamericanas que desarrollan sus políticas urbanas con base en la planificación estratégica. Entre los años 2020 y 2022, el entonces alcalde, Jorge Azcón, ostentó la presidencia de CIDEU, pero, debido a la pandemia, Zaragoza no pudo acoger este congreso en junio de 2020, como estaba previsto. Ebrópolis, como entidad que desarrolla la planificación estratégica urbana de Zaragoza, ha sido la encargada de la organización del congreso.