La Guardia Civil de Granada ha puesto a disposición judicial en calidad de investigados a dos individuos, una mujer de 56 y un varón de 42 años de edad, como presuntos autores de un delito continuado de maltrato a los animales domésticos ingresados en su clínica veterinaria en la localidad granadina de Peligros, así como en el caso de la mujer, dueña de la clínica, además se le investiga como presunta autora de un delito de intrusismo profesional.
Según ha explicado la Benémerita en un comunicado, la investigación comenzaba el pasado agosto, cuando el Equipo del Seprona, en calidad de Policía Judicial Medioambiental, tenía conocimiento de que en una clínica veterinaria supuestamente se estaba maltratando a los animales domésticos que estaban ingresados. La Guardia Civil ha puesto en marcha la operación Claridad 21, con el fin de investigar los hechos y obtener las pruebas pertinentes para poder llevar ante la Autoridad Judicial a los autores.
Tras meses de investigación, los agentes del Equipo del Seprona han podido obtener pruebas de que, de manera continuada, entre otras cosas, los ahora investigados presuntamente tenían a los animales domésticos que ingresaban en la clínica en condiciones higiénicas lamentables, el material utilizado en las intervenciones quirúrgicas estaba oxidado, no realizaban la desinfección necesaria de las jaulas, ataban a los animales con cuerdas, les arrancaban mechones de pelo para comprobar si tenían reflejos durante las intervenciones bajo anestesia, retrasaban los tratamientos o no se los proporcionaban para que tuviesen que permanecer más tiempo ingresados y otros muchos actos que provocaban un sufrimiento innecesario en estos animales.
La Guardia Civil finalmente ha procedido a investigar al veterinario que trabajaba en la clínica, así como a la dueña de la misma, a la que también se le ha investigado por intrusismo profesional, puesto que esta, según apunta la investigación, sin estar colegiada como veterinaria y siendo éste un requisito indispensable para poder ejercer, realizaba presuntamente exámenes clínicos de los animales, establecía diagnósticos y prescribía tratamientos farmacológicos.
Actualmente, la clínica veterinaria en la que se llevaban a cabo estos delitos, y que además solía atender numerosos casos de animales abandonados que pertenecían a distintas asociaciones que buscan la protección de estos animales, se encuentra cerrada por reformas.
Asimismo, para poder llevar a cabo la puesta a disposición judicial del veterinario, se ha solicitado la colaboración del Equipo del Seprona de la Guardia Civil de Cádiz, que llevó a cabo la investigación del mismo, ya que en la actualidad reside en esta provincia de la costa andaluza.
Es importante señalar también que durante la investigación por parte de la Guardia Civil, se ha contado con colaboración del Colegio Oficial de Veterinarios de Granada, que en todo momento se han mostradosolícitos y cuya participación ha sido fundamental para el éxito de la operación.