El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, ha reconocido «debilidades en las nuevas andas«, pero «desde mañana mismo» la junta directiva «se pondrá a trabajar» para «conocer cuál ha sido el factor que ha determinado» la rotura de las andas «con la idea de que para la Romería de 2023 todo esté resuelto» y «disfrutar, por fin de esa procesión que todos soñamos«.
En declaraciones a los periodistas a las puertas del Santuario, el presidente ha querido explicar lo sucedido en la madrugada de este lunes cuando la rotura del banzo delantero izquierdo de las andas provocó el adelanto, apenas tres horas después de su salida, de la recogida de la Virgen.
Al respecto, el presidente ha expresado el «dolor y zozobra» que se esta viviendo en la hermandad, ya que todo «las citas anteriores y la propia romería estaban desarrollando con mucha normalidad y esplendor», e incluso la salida de la propia Virgen «hacía muchos años que no se veía una salida tan limpia, se había puesto en el suelo seis veces, y los propios almonteños nos habían trasladado que estaban disfrutando, pero este incidente ha truncado este final feliz de la romería».
Así, las primeras palabras de agradecimiento han ido dirigidas, precisamente, al pueblo de Almonte, por «estar a la altura de las circunstancias».
«Yo estaba en el momento en el que se produjo la incidencia junto a varios miembros de la Junta directiva y no hubo un sí o un no, sino que todo el mundo entendió que lo más importante era la seguridad de la imagen, sobre todo porque nos encontrábamos al principio de la procesión, ya que solo se había realizado una quinta parte. No podíamos poner en riesgo a la imagen y lo más prudente era volver a la ermita», ha explicado el presidente de la Matriz.
«El nuevo proyecto de las andas, al que hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo durante estos tres años, ha manifestado debilidades en su estructura, pero pensamos que si estas procesiones se hubieran hecho con las anteriores andas, todo hubiese sido mucho peor y la imagen hubiera sufrido muchísimo más», ha explicado.
Al respecto, ha señalado que se parte de la procesión en Almonte «que era muy difícil» y, de hecho, «fue lo que hizo que la hermandad se pusiera a trabajar y buscar soluciones, nada fáciles, como se ha demostrado para ambos momentos».
Por ello, Padilla ha agradecido al pueblo de Almonte «dar respuesta a un momento inesperado y que se ha podido resolver de forma adecuada», al tiempo que ha trasladado este agradecimiento al resto de filiales «al entender la situación y que de forma ordenada han acudido hasta el santuario a rezar la Salve«.
Además, el presidente ha asegurado que han recibido testimonios de «solidaridad» de autoridades , rocieros, hermanos mayores, «muchas gracias por ese estímulo en ese momento».
Por otro lado, Padilla ha manifestado que la pandemia «nos ha enseñado que no somos dueños de nuestro destino y que la materia tiene límites y esto es algo que nos debe hacer reflexionar a todos», toda vez que ha apelado a «la unidad de todos los rocieros«, ya que «la responsabilidad de la Matriz es muy grande, pero hay que tener a los hermanos y al pueblo de Almonte sumando y apoyando en estos momentos de dificultad».
Además, el presidente ha deseado a todas las hermandades y asociaciones rocieras que «la virgen les acompañe y no haya ningún percance en su viaje de vuelta».