Las nuevas medidas para mejorar la compatibilidad de la pensión con el trabajo, aprobadas por el Consejo de Ministros el 23 de diciembre de 2024 mediante el Real Decreto-ley 11/2024, entrarán en vigor el próximo 1 de abril. Esta reforma, que nace del consenso alcanzado en la Mesa de Diálogo Social de Seguridad Social y Pensiones, tiene como objetivo ofrecer a los trabajadores una transición más flexible y gradual hacia la jubilación, siguiendo los ejemplos de otros países europeos.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, explicó que estas medidas están diseñadas para que cada trabajador pueda adaptar su jubilación a sus necesidades y circunstancias personales. «Se trata de facilitar el tránsito hacia la jubilación, dándoles a los trabajadores la suficiente flexibilidad para que puedan tomar decisiones ajustadas a su situación», indicó Saiz.
Avances en la jubilación activa
Uno de los puntos clave de esta reforma es la mejora de la jubilación activa. Hasta ahora, para acceder a esta modalidad era necesario tener una carrera de cotización completa. Sin embargo, el nuevo decreto elimina este requisito, lo que favorece especialmente a colectivos con trayectorias laborales más cortas o discontinuas, como las mujeres que han tenido que interrumpir su carrera para cuidar de hijos o familiares.
La jubilación activa permite que los trabajadores puedan compatibilizar su pensión con el trabajo durante un tiempo determinado. Además, introduce una escala de incremento progresivo en el porcentaje de la pensión según el tiempo de demora en la jubilación. Si el trabajador decide continuar trabajando un año más, recibirá un 45% de su pensión; al segundo año, el 55%; al tercero, el 65%; al cuarto, el 80%; y al quinto o más años, hasta el 100%.
Otro cambio importante es que, con cada 12 meses de trabajo continuado en la modalidad de jubilación activa, el porcentaje de la pensión se incrementará en un 5%, sin que nunca supere el 100%.
Incentivos adicionales para la jubilación demorada
La reforma también mejora las condiciones para aquellos que opten por la jubilación demorada. Desde el 1 de abril, quienes elijan retrasar su jubilación recibirán un incentivo adicional del 2% por cada seis meses de demora, a partir del segundo año, en lugar de por cada 12 meses como se hacía anteriormente.
Desde 2022, los incentivos para la demora de la jubilación se han ido incrementando, ofreciendo ahora tres opciones: un aumento del 4% de la pensión por cada año de demora, un «cheque» adicional cuyo importe depende de la base reguladora de la pensión, o una combinación de ambas.
Cambios en la jubilación parcial
Además, se han introducido mejoras en la jubilación parcial, ampliando de dos a tres años la posibilidad de anticipar la edad de jubilación, con ajustes en la reducción de la jornada laboral. Además, los trabajadores relevistas, aquellos que sustituyen parcialmente a los jubilados, deberán ser contratados de manera indefinida y a tiempo completo.
Solicitudes y consultas
Los ciudadanos interesados en acogerse a estas nuevas modalidades de jubilación podrán realizar la solicitud tanto de forma presencial como telemática a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Para más información, pueden contactar con el servicio de atención telefónica del INSS al 901 16 65 65 o solicitar cita previa a través de los números 901 10 65 70 y 91 541 25 30.
Estas medidas, que forman parte del proceso de reformas iniciado en 2021 en el marco del Pacto de Toledo, tienen como objetivo flexibilizar y modernizar el sistema de pensiones, favoreciendo a los trabajadores en su transición hacia la jubilación y mejorando la sostenibilidad del sistema en el futuro.