El Gobierno andaluz de Moreno Bonilla sigue sin despegar en la gestión de los servicios públicos de la autonomía. A las constantes críticas ciudadanas, con fuerte impacto social y manifestaciones, sobre la situación de la educación, la sanidad o la ley de la dependencia, se une una fuerte crisis de credibilidad al respecto de las universidades públicas andaluzas.
Esta temática, la de la gestión del entramado de universidades públicas andaluzas, que es competencia de la Junta, ha acompañado desde los inicios al gobierno del PP y Ciudadanos en la Junta de Andalucía pero ahora parece haber alcanzado su cénit: es la propia dirección de estos centros universitarios andaluces los que manifiestan sin cesar fuertes críticas a la gestión de la consejería del ramo, liderada por Rogelio Velasco, de Ciudadanos.
El último punto conflictivo ha ocurrido este jueves en el Parlamento de Andalucía en el que un diputado relevante de Ciudadanos, partido que integra el Gobierno andaluz y que tiene la gestión de las universidades andaluzas, ha llegado a revelar la que puede ser hoja de ruta del ejecutivo andaluz: desintegrar todo el sistema universitario público de Andalucía para crear una universidad única. En este sentido, las palabras de Francisco Carrillo han recorrido como la pólvora el panorama universitario andaluz. Manifestaciones que ha vertido en la comisión parlamentaria y que afirmaban, en palabras de Carillo, que «tenemos que plantearnos algún día si Andalucía puede competir con el resto de España y Europa con 10 o 12 universidades públicas, a lo mejor hay que plantearse que haya una única universidad andaluza».
En este sentido, las declaraciones de uno de los hombres fuertes de Ciudadanos en Andalucía han centrado la absoluta atención de esta comisión del Parlamento de Andalucía en la que la oposición criticaba con fiereza la, a su juicio, insuficiente apuesta del Gobierno andaluz por las universidades públicas. El socialista José Antonio Hidalgo ha sostenido que el nuevo sistema «pone en riesgo la solvencia de al menos cinco universidades públicas en Andalucía» mientras que la diputada de Unidas Podemos, Mamen Barranco, ha destacado la situación de la Universidad de Jaén, donde están «en pie de guerra» por el reparto financiero de la Junta.
Esta ola de críticas por la gestión del sistema universitario público andaluz por parte del Gobierno de Moreno Bonilla viene dada por la entrada indiscriminada, a juicio de rectores y expertos, de universidades privadas. Un caso paradigmático es que una de estas corporaciones privadas está vinculada al consejero de Educación, Javier Imbroda, también de Ciudadanos. En este caso se trata de una universidad privada que la Junta de Andalucía ha aceptado su lanzamiento en la comunidad, a pesar de que había tres informes en contra, tanto del Ministerio, como de la propia Junta y de las universidades públicas.
Las declaraciones de Carrillo han generado una auténtica marejada en el mundo universitario andaluz. El rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella, ha reaccionado duramente en redes sociales criticando las declaraciones de Carrillo. Piniella se pregunta si el diputado del partido naranja conoce «el valor añadido a las respectivas provincias de sus universidades». De una forma u otra, estas declaraciones que pueden ser uno de los objetivos de la Junta al respecto del panorama universitario andaluz están levantando ampollas y sería oportuno conocer qué piensa hacer Moreno Bonilla a este respecto.