Con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Sanitarios, el Sindicato de Enfermería, SATSE, en Andalucía y La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía han exigido al Servicio Andaluz de Salud sanciones más ejemplarizantes y mayor protección de los profesionales sanitarios frente a las agresiones.
En una reunión reciente del Comité de Seguridad y Salud, SATSE ha pedido que se avance más en la implantación del Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía y que se incorpore al documento la petición de la modificación del Reglamento de Derechos y Deberes.
CSIF ha denunciado que “la falta de personal y la mala gestión de la Administración sanitaria están propiciando más agresiones a los profesionales de la sanidad pública”, que en Andalucía aumentaron un 16% en 2021, pasando de 1.042 a 1.208 casos, según los datos oficiales del propio Servicio Andaluz de Salud.
Además, SATSE ha propuesto novedades como la implantación de una alarma en los teléfonos corporativos de los trabajadores, mejoras en la localización y morfología del botón antipánico, mejoras en la plantilla de los vigilantes de Seguridad y formación específica en resolución de conflictos.
También ha insistido el Sindicato de Enfermería en que se implemente en Diraya (Sistema de información asistencial corporativo del SAS) algún sistema de identificación para agresores, accesible para todos los profesionales y en la necesidad de regular por ley el reconocimiento de delito a la autoridad pública la agresión al personal sanitario.
Además, SATSE ha planteado mejorar la información facilitada por los Servicios Centrales a los centros sanitarios, realizar una campaña informativa sobre la necesidad de rellenar los CATI (Comunicación de Accidente de Trabajo e Incidentes) por parte del trabajador para una resolución positiva del proceso y realizar nuevas campañas informativas y formativas sobre el Plan de Agresiones.
Más agresiones
Al hilo de esta cuestión, SATSE señala que, según los datos oficiales del SAS, las agresiones físicas a los sanitarios en Andalucía se han incrementado un 30% respecto al año anterior.
En 2021, se produjeron un total de 1.208 agresiones en centros sanitarios de Andalucía, de ellas 230 de carácter físico y 978 verbales.
En términos generales, se han incrementado en un 16 por ciento las agresiones respecto al año 2020, en el que se registraron 1.042, destacando el crecimiento de la violencia de estos actos como demuestra que las agresiones físicas hayan crecido en un 30 por ciento, con 230 casos en 2021 frente a los 176 de 2020.
Por provincias, el Sindicato de Enfermería detalla que Sevilla es la que contabiliza mayor número de ataques al personal del SAS en 2021 con un total de 242 (45 físicas), seguida de Cádiz con 196 (40 físicas), Málaga con 187 (50 físicas, la mayor cifra de Andalucía de este tipo), Huelva con 141 (14 físicas), Córdoba con 132 (18 físicas), Granada con 124 (29 físicas), Jaén con 98 (13 físicas) y por último Almería con 88 víctimas de agresiones (21 físicas).
Además, el sindicato subraya que, según una encuesta reciente realizada por SATSE, el 77 por ciento de los enfermeros se muestra convencido de que el ambiente laboral y la relación con los pacientes ha empeorado en los últimos tiempos por la fuerte sobrecarga y presión asistencial, así como el claro déficit de plantillas enfermeras en el conjunto de nuestro sistema sanitario.
Cero agresiones ¡Basta ya!
El Sector de Sanidad de CSIF Andalucía ha lanzado una campaña bajo el lema ‘Cero agresiones ¡Basta ya!’, con la que exige tolerancia cero frente a la violencia física y verbal y reclama más recursos y medidas de protección ante esta creciente conflictividad, agravada durante la pandemia por la falta de recursos humanos en los centros sanitarios.
La vicepresidenta de CSIF Sanidad Andalucía, Carmen Jiménez, ha explicado que el alto nivel de contagios de la sexta ola, el colapso de Atención Primaria, el retraso en la atención de patologías no Covid, la presión hospitalaria y una mayor crispación social han provocado un aumento en el número de agresiones.
Asimismo, CSIF Sanidad Andalucía pide que se facilite una mayor formación al conjunto del personal de la sanidad pública andaluza sobre cómo actuar ante casos de agresiones a profesionales de este ámbito, ya que “precisamente la falta de formación es uno de los puntos mejorables del Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía”.
En este sentido, ha abogado por que se proporcione una adecuada formación tanto a los cargos intermedios como a los delegados de Prevención de Riegos Laborales (PRL), así como a los profesionales de la sanidad pública andaluza en general.
Desconocimiento por parte de los profesionales de cómo activar el protocolo
“Los profesionales nos trasladan en muchas ocasiones que no saben cómo activar el plan tras sufrir una agresión, en qué casos deben acudir para que se les realice un parte de lesiones o en qué situaciones pueden interponer denuncia”, según ha explicado Jiménez, quien ha considerado que “se trata de una realidad muy preocupante tras llevar tantos años con planes al respecto”.
En este sentido, ha lamentado que “incluso nos encontramos con que los profesionales han normalizado situaciones de violencia verbal contra ellos”.
De hecho, ha recordado que el sindicato continúa desarrollando la campaña HABLA, orientada a visibilizar y posibilitar que los profesionales que sufren este tipo de agresiones verbales las denuncien.
Potenciar la mediación de trabajadores sociales
“La sobrecarga de las Unidades de Prevención, que deberían ser reforzadas”, es otra de las deficiencias apuntadas por el sindicato, que defiende además una mayor concienciación de la ciudadanía en general, así como potenciar la figura del trabajador o trabajadora social de Atención Primaria “como agentes clave para la comunicación con colectivos potencialmente conflictivos en determinadas zonas”.
Según explica la responsable sindical, en la actualidad dicha mediación es prácticamente “inexistente” debido a la carencia de profesionales de esta categoría para desempeñar esta labor fundamental en Primaria, que el año pasado acaparó seis de cada diez agresiones.
Más condiciones de seguridad de los lugares de trabajo
Igualmente, reclama “mejores condiciones de seguridad en los lugares de trabajo, de manera que el diseño del puesto de trabajo posibilite una salida ágil”. Por ello, CSIF aboga por “seguir avanzando en la modificación necesaria de las consultas, servicios de admisión y atención al usuario y de los distintos espacios de trabajo”.
Además, ha advertido de que “los botones antipánico no están en todos los servicios y en ocasiones no están cerca de donde se produce la agresión”, al tiempo que ha reclamado que “deben plantearse medidas estructurales o de protección colectiva, así como una dotación adecuada de vigilantes de seguridad”.
La responsable de CSIF ha recordado que hace dos años el sindicato dirigió una petición a la Consejería de Salud para introducir una serie de modificaciones de la Ley 16/2011, de 23 de diciembre, de Salud Pública de Andalucía, con el objetivo de adecuar el régimen sancionador ante casos de agresiones a los empleados públicos que trabajan en centros del Sistema Sanitario Público de Andalucía a la realidad actual, de manera que sirva de medida disuasoria”.
CSIF lamenta no haber recibido respuesta a esta iniciativa, que pretende que “todas las infracciones sean explícitamente expresadas”, para que no existan márgenes de interpretación para que alguna de las conductas de este tipo queden sin sancionar, al tiempo que propone que la Administración sanitaria actúe de oficio.