Su paso por el Gobierno de Pedro Sánchez no fue el de una ministra más. Carmen Calvo Poyato (Cabra, Córdoba, 7 de junio de 1957) volvió a la primera línea de la política para ser vicepresidenta y ministra de la Presidencia y relaciones con las Cortes y de Igualdad.
La suya era una voz importante dentro del gobierno socialista. Al menos así lo fue. Poco a poco fue perdiendo peso hasta acabar fuera del Consejo de Ministros en el mes de julio de 2021.
Sus roces con Unidas Podemos y su particular forma de hacer política han llevado a la egabrense a estar fuera de los focos de la política nacional. La polémica siempre la acompañó. A nivel andaluz, uno de los episodios más sonoros llegó con la adjudicación del Plan COLCE, con el que levantó un enorme polvorín entre Córdoba y Jaén.
Ahora, en un segundo plano, Carmen Calvo vive lejos del estrés de la primera línea y centrada en seguir defendiendo el papel de las mujeres en todos los campos, como reflejo de su reconocida vocación feminista, más en pleno 8 de marzo, Día de la Mujer.
Buenas tardes señora Calvo, ¿cómo ve a Andalucía después de tres años de gobierno de Moreno Bonilla y las derechas?
Creo que la ultraderecha en Andalucía. y por falta de criterio firme del PP. ha hecho retroceder en temas que son nucleares sobre el modelo de vida y de personas al ceder en políticas de Igualdad. Nos han utilizado a las mujeres.
Celebramos el 8M, la sociedad española disfruta de un evidente avance en materia de igualdad aunque aún queda mucho por hacer ¿qué echa en falta usted? ¿Hacia dónde deben dirigirse las políticas en materia de igualdad?
El feminismo es democracia y si ahí no avanzamos la debilitamos, las mujeres exigimos respuestas a nuestros problemas y a el PP esto le cuesta mucho trabajo colocarlo en el centro de la acción política.
Finalmente, ¿cómo valora que un partido de estado, como lo es el Partido Popular, pacte gobiernos y tenga esa cercanía y facilidad de negociación con VOX? Siendo un partido político que ha evidenciado su postura contra las políticas de género.
No creo que Andalucía se haya derechizado tanto y que se normalicen los recortes en la calidad de los servicios que es el motor de la Igualdad y de la solidaridad entre todos.
A este respecto, le preguntamos por Andalucía, donde son muchas voces de colectivos feministas los que afirman que se están dando pasos atrás en materia de Igualdad. ¿Qué valoración hace de las políticas de género del Gobierno de Moreno Bonilla?
Seguimos con la actualidad política andaluza, en este caso, de su partido. Juan Espadas relevó a Susana Díaz al frente del PSOE de Andalucía con el objetivo de recuperar el gobierno andaluz. Las encuestas muestran resultados que indican que aún es un objetivo difícil de realizar, ¿qué ha podido provocar esa desconexión del electorado de izquierdas andaluz con el PSOE?
Juan es un hombre trabajador, experimentado y que trae ideas socialistas de respuesta para todo lo que tenemos que afrontar,el Partido está en orden de trabajo detrás suya.
Pronto habrá elecciones andaluzas y, en un hipotético regreso del PSOE a San Telmo habría que reconfigurar un Gobierno con experiencia y solvencia. ¿Estaría dispuesta a regresar al primer escalón de la política andaluza?
Tengo una trayectoria y un momento vital y político que trabajo para los demás, para mi tierra y mi país y voy libre de apegos es la libertad de la experiencia y las siglas de mi Partido significan mucho para mi, pero no tengo objetivos personales.
Cabra, su localidad natal, es una de las principales ciudades andaluzas en comarcas dedicadas a la agricultura. La sequía, la inflación energética y el descontento general de los agricultores están siendo utilizados por VOX para captar votantes ¿Teme que el voto rural vea su alternativa en ese voto a la ultraderecha antes que en el voto al PSOE?
Lo que ofrece VOX es viejo, muy viejo y vacío para el siglo XXI, la vida va en otra dirección y por eso representan tanta inquietud, el PP tiene que recuperar un electorado mesurado y no perder comba en los trenes que modernizan las sociedades. VOX habla de odio y exclusión y la realidad va por otro lado.
Las últimas elecciones autonómicas en Castilla León han mostrado que los partidos localistas como «Soria Ya» son una realidad a tener en cuenta en el tablero político ¿ve posible la aparición de ese tipo de partidos en Andalucía?
Los intereses generales requieren mucho equilibrio continuo, y a veces hay fallos y retrasos, pero creer que las soluciones vienen por la competición extrema de unos contra otros es un error que no conduce al bien común de ningún modo. Los socialistas estamos en contra del independentismo catalán y no vemos que la solución sea fragmentarnos si no avanzar juntos y rectificar dónde haya necesidad de hacer otras cosas o mejor hechas.
Poco se habló de la sorpresiva crisis de Gobierno de Pedro Sánchez el pasado verano, que acabó con usted fuera del ejecutivo. ¿Cómo le sentó el cambio? ¿A qué se debió?
Yo he tenido mucha suerte y satisfacción en mi vocación política y queja ninguna. Ahora despliego mucho trabajo de otra manera pero sirviendo que es lo que importa.
Fue objeto de numerosas críticas desde una provincia andaluza, Jaén, que consideró que medió decisivamente para que la base logística del ejército acabara en Córdoba. ¿Cómo le le sentó que propios compañeros socialistas de Jaén la criticaran con ese supuesto?
Yo he trabajado mucho por Jaén y tengo muy buenos recuerdos de todo lo que en materia de Cultura he aportado, modestamente, a esa provincia de mi tierra.