La actual situación de sequía y el abastecimiento de agua en nuestra región es uno de los puntos de máximo interés en el territorio andaluz.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez Landa (Haro, La Rioja, 1962), desgrana algunas de las claves en el contexto actual, además de analizar su presidencia al frente de la CHG, la situación en Doñana o la polémica ley de regadíos.
Tras cuatro años en el cargo, ¿qué balance hace de su presidencia de la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir?
Pues el balance no puede ser otra cosa que enormemente positivo, participar en la gestión del agua es una enorme oportunidad. Oportunidad de trabajar todos los días con magníficos profesionales y, oportunidad de poner en valor el agua como elemento vertebrador del territorio y fuente de cohesión social, como generador de economía y empleo y como factor clave medioambiental para que los ecosistemas sigan siendo garantía de futuro.
Somos conscientes de la importancia del agua para las personas que viven y se desarrollan en la cuenca y también de la necesidad de un cambio drástico nuestro modo de relacionarnos con el agua considerando su valor ambiental como cualquier otro económico o social.
También hemos querido cambiar ciertas maneras en nuestro proceder para conseguir ser más transparentes, más accesibles y más ágiles, creo que lo hemos conseguido y que ese cambio se nota y, sobre todo, lo nota la ciudadanía, para la que trabajamos en última instancia, con la que a través de sus representantes legítimos , alcaldes y alcaldesas, hemos elevado ostensiblemente el nivel de interlocución de cara a resolver sus necesidades.
El pasado 22 de septiembre se cumplió el 95º aniversario de la entidad. ¿Cuál ha sido la importancia de la CHG en toda su historia?
Las confederaciones somos una fórmula de éxito probada durante más de 95 años a nivel nacional e internacional. Somos ejemplo por nuestra gobernanza sirviendo de modelo para otros muchos países y administraciones del agua, sino que además nuestros principios fundamentales, la unidad de cuenca, la planificación hidrológica y la participación pública, han sido adoptados íntegramente en la génesis de la Directiva Marco del Agua, norma que rige en toda Europa para gestión del recurso.
Tenemos que estar muy orgullosos de las confederaciones y de nuestra gobernaza a nivel de país, pero también de los profesionales y de las empresas que forman parte del mundo de la gestión del agua en sentido amplio.
Somos un potencia mundial que hay que aprovechar y de la que sentirse satisfecho.
El abastecimiento para la población está garantizado, pero ¿a qué consecuencias se podría llegar si seguimos en la actual sequía?
En los 21 sistemas de abastecimiento que dependen en su coordinación de la Confederación se trabaja desde hace ya dos años y todos los días para tomar las medidas necesarias para garantizar la máxima normalidad en nuestros municipios durante la sequía. Además desde la propia Confederación y desde el Gobierno de España se está actuando con 5 obras de emergencia de abastecimiento para auxiliar a las entidades locales y a la Junta de Andalucía que son competentes en abastecimiento, saneamiento y depuración.
Nos hemos reunido con todos los sistemas y consorcios, con todas las diputaciones, hemos facilitado el cambio de fuentes de abastecimiento y nuevos emplazamiento de las tomas y ejecutado las intervenciones que se nos ha pedido sobre todo en pequeños municipios que no pertenecen a un sistema que pueda financiar sus necesidades en la sequía para asegurar el agua para los ciudadanos, pero las administraciones competentes no pueden renunciar a sus competencias que, por cierto, recaen en todo el territorio andaluz tal como recoge nuestro estatuto de autonomía y no solo en las cuencas que intracomunitarias como desde el actual gobierno andaluz se ha llegado a decir.
La cuenca del Guadalquivir cuenta con 57 embalses. ¿Cuál es el que tendría más problemas a medio-largo plazo con la actual sequía?
Ahora mismo la situación mas preocupante se da en los embalses de la provincia de Córdoba, pero la situación es muy difícil en toda la cuenca. Además nuestra gestión se basa en el principio de unidad de cuenca, no distinguiendo entre provincias ni entre comarcas, gestionando de manera unitaria y conjunta las 895.000 hectáreas de regadío, desde el olivar a los naranjos, desde las hortalizas hasta los , el algodón, el arroz, el almendro, el tomate…y procurando agua para los sistemas de abastecimiento que satisfacen las necesidades básicas de mas de 4 millones trescientas mil personas.
Para ello tenemos dos herramientas básicas que son el Plan Hidrológico del Guadalquivir y el Plan Especial de Sequía. En el primero se prevén infraestructuras por más de 1.400 millones de euros de la Confederación y del Ministerio para la Transición Ecológica para ser más eficientes y evitar perdidas en el almacenamiento y en el transporte, además de incrementar nuestra capacidad de embalse.
El Plan Especial de Sequía recoge las medidas a corto plazo e inmediata que podemos tomar para atajar a corto plazo los efectos de las sequía. Gracias a ambos y a la voluntad política del Gobierno de España y de la Confederación durante la actual sequía se ha aprobado el Decreto Ley de Sequía que plantea unas medidas de todo tipo, desde económicas hasta estructurales y de corte social valoradas en 500 millones de euros que han minorado los efectos perniciosos de la escasez sobre todo en el sector del regadío.
Tras finalizar la campaña de riego, se han anunciado diferentes restricciones al consumo. ¿Cómo se realizará la campaña para conocimiento de la ciudadanía?
Ahora mismo, desde el 1 de octubre, el agua superficial procedente de los desembalses solo está destinada al mantenimiento de los caudales ecológicos, aunque durante el mes de octubre se aportan 20 hm³ para la finalización de la campaña para aquellas comunidades que no han consumido el total de sus dotaciones.
En cuanto a la información de las medidas que tomamos en el seno de la Comisión Permanente de Sequía, además de la publicidad en los medios de comunicación y de la WEB, se comunican para el sector del regadío, en las sucesivas comisiones de desembalse que se van produciendo hasta el inicio a principios de mayo de la campaña.
En ellas, informamos de la situación, de las predicciones y discutimos con nuestros usuarios, la posibilidad de futuras decisiones para aplicar al inicio de la misma. Además cada sistema de abastecimiento y los propios ayuntamientos anuncian y difunden las medidas que en su nivel de competencia se toman sobre todo en el abastecimiento urbano.
¿Existe algún ejemplo de medidas contra la sequía, ya sea en España o en el extranjero, que sea un buen modelo a seguir por la ciudadanía y organismos públicos/privados?
Teniendo en cuenta que el regadío consume el 87% del recurso, las medidas deben aplicarse fundamentalmente en esa actividad. Como primera gran medida debe tenerse en cuenta el ahorro, en 20 años la Confederación vamos a conseguir ahorrar 380 hm³ en la cuenca, y por tanto ha de ponerse énfasis en el freno a la expansión del regadío no planificado.
En concreto, en la demarcación del Guadalquivir que tiene más de la cuarta parte del total del país, desde 2005 no se otorgan nuevas concesiones. Por otra la eficiencia en el almacenamiento y el transporte es decisiva, en este sentido hay poner de relevancia el esfuerzo del regadío andaluz ya que en un 80% esta modernizado y es eficiente.
Hay que aumentar los recurso para el cuidado y la recuperación de los ecosistemas hídricos y de los acuíferos que garantizan no solo cantidad sino también la calidad del recurso sobre todo en situaciones extremas como son las eventuales avenidas y los periodos de sequía. Por último, hay que fomentar el empleo de recursos no convencionales como son las aguas regeneradas y las procedentes de la desalación.
En cuanto a nivel doméstico, todas las medidas que se nos recomiendan sirven para el ahorro, pero además tienen un papel fundamental en la concienciación y educación en las buenas prácticas de las generaciones futuras, Es indispensable que la sociedad en su conjunto aprecie al agua como un recurso escaso y no siempre renovable.
Además de la situación actual en la cuenca del Guadalquivir, ¿es Doñana la máxima preocupación por parte de la CHG?
No cabe duda que gestionar las aguas del humedal más importante, no ya de Andalucía o de España, sino de Europa, es fundamental para nosotros y toda una responsabilidad. Doñana es una joya ambiental y, por tanto, la dedicación para su gestión debe estar acorde con ello, pero no hay que olvidar que, afortunadamente para todos, la cuenca del Guadalquivir tiene una riqueza medioambiental extraordinaria con más de un 30% de su superficie con alguna de las diferentes medidas de protección ambiental que recoge nuestra legislación.
Con respecto a Doñana, estoy convencido de que nuestra planificación, con un programa de medidas presupuestado en más de 200 millones de euros, la gobernanza que se está aplicando, con la declaración de sobrexplotación de parte del acuífero, el trabajo para erradicar captaciones ilegales que perjudican a todos, empezando por los propios agricultores y, por último, la implicación de las administraciones y organismos que forman parte de la gestión del espacio natural, conseguirán que el camino iniciado por el Gobierno de España y la propia Confederación para la recuperación ambiental de Doñana sea un camino de no retorno.
¿Es posible imaginarse una Andalucía sin Doñana? ¿Cómo afectaría a la fauna, flora y población humana de toda nuestra Comunidad Autónoma la desaparición del Parque Natural?
Absolutamente no, un espacio de biodiversidad con tanta importancia como Doñana es imposible hacerlo desaparecer de nuestro imaginario, por eso trabajamos denodadamente para que eso no ocurra. No se puede perder Doñana, no se va a perder, estoy convencido de que la recuperación ambiental es posible dentro de un escenario en el que queden garantizados sus valores ambientales que son muchos y la actividad humana controlada.
Doñana , como el resto de humedales, nos proporciona protección ante episodios de inundaciones y de sequías y otros riesgos naturales o inducidos, es fuente de agua dulce, almacena y ejerce de sumidero de CO2, autodepura las aguas circulantes, suministra posibilidad de alimentos ganaderos, pesqueros, agrícolas y otros recursos como los paisajísticos, el turismo, la investigación o la ciencia, que hemos ser capaces de compatibilizar con sus valores ambientales únicos.
Ahora con la mayoría absoluta del PP-A, se supone que no habría problema a la hora de aprobar la polémica ley de regadíos. ¿Tiene pensado la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir alguna actuación al respecto si llega a aprobarse dicha ley?
Las competencias de la Junta de Andalucía en el ámbito de la demarcación del Guadalquivir no pasan por gestionar el agua y, por tanto, el regadío. Sus competencias se basan en la ordenación del territorio, agricultura y medio ambiente y, por tanto, el regadío será el que está planificado en el Plan Hidrológico del Guadalquivir, sometido durante mas de un año a exposición publica, aprobado con el voto unánime de los regantes, abastecimientos y el sector industrial, y en el que se explicita que no hay posibilidad para nuevos regadíos en cualquier lugar de la cuenca.
Por cierto, durante todo el tiempo de exposición pública de dicho plan, nunca se nos ha hecho llegar esa intención de pasar por ampliar la superficie agrícola negable ni por parte de la Junta de Andalucía, ni por ningún partido político. Me produce desazón la posibilidad de que se esté creando expectativas de regadio por quien no gestiona el agua porque el sector agrícola lo que menos necesita es que se les confunda o se les genere esas expectativas cuando la normativa, las ordenanzas y el sentido común lo desaconsejan.
Doñana es una joya y genera mucha preocupación, pero también en todo lo que tiene que ver con ella, me refiero en este caso a los productos agrícolas, en concreto a los llamados frutos rojos. Los mercados, tanto nacionales como europeos, cada vez son más exigentes con las características organolépticas de los productos, pero también con su trazabilidad ambiental.
Bajo mi punto de vista, hay que cuidar más ciertos mensajes y actitudes que se están generando y que redundan negativamente en todo el sector de cara a la aceptación de dichos productos con ‘marca Doñana’ por parte de mercados y consumidores.
¿Cómo es el trabajo de la CHG con el Gobierno andaluz? ¿Existe buena relación o también se vive en la confrontación constante al ser dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España?
Pues las relaciones con el gobierno de Andalucía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, son tan buenas como las que tenemos con los gobiernos de Castilla la Mancha o de Extremadura que también forman parte de la cuenca. Las competencias están perfectamente definidas y, desde el punto de vista técnico, los trabajadores públicos de la confederación procuran ejercer su cometido siempre con profesionalidad y vocación de servicio, hay que recordar que nos avalan nuestros 95 años gestionando la cuenca del Guadalquivir.
En cuanto a las relaciones institucionales o políticas, afortunadamente la Confederación del Guadalquivir dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, tiene la encomienda por parte del mismo, de basarse en dos criterios básicos, por una parte la consecución del bien común, del bien general y, en segundo lugar, que la toma de decisiones siempre se haga con criterios técnicos y científicos, más allá de otras consideraciones de ruido político que se genere externamente.
No hay mejor garantía de satisfacción de la ciudadanía y de nuestros usuarios que una buena gestión basada en la ciencia y en criterios técnicos y encaminada a satisfacer a las necesidades y el interés general.