La planta del “Traianeum” de la ciudad romana de Itálica fue orientada “teniendo en cuenta la observación del ocaso solar en el solsticio de invierno”. Son las conclusiones que se sacan de un estudio promovido por investigadores de la Universidad de Sevilla y del Instituto Astrofísico de Canarias.
El catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla José Luis Escacena, el profesor del Instituto de Astrofísica de Canarias César Esteban y el miembro del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Hispalense Sebastián Vargas-Vázquez son los autores de la investigación llevada a cabo en las ruinas de Santiponce (Sevilla).
Para los investigadores, la orientación de la planta puede haberse dado de esa manera para “equiparar” al emperador Trajano, primer emperador romano proveniente de las provincias cuya etapa duró desde el año 98 al 117 de nuestra era, de forma simbólica con el Sol.
En el trabajo titulado «Orientación solar del Traianeum de Itálica» y recogido por Europa Press; Escacena, Esteban y Vargas Vázquez señalan que el templo de Trajano (“Traianeum”) fue alzado en un espacio principal y estratégico de Itálica en la ampliación urbanística que llevó a cabo el inmediato sucesor Adriano, con raíces familiares en dicha colonia.
Al hilo, avisan de que el urbanismo de Itálica refleja «dos orientaciones diferentes», distinguiendo entre la denominada «vetus urbs», «habitada desde época republicana» y que yace bajo el actual caserío de Santiponce; y la citada «nova urbs» o ampliación de la ciudad ordenada por Adriano, sector que constituye el actual conjunto arqueológico visitable.
En ese contexto, los autores de este trabajo precisan que la zona elegida para la ampliación urbanística de Itálica estaba entonces «desocupada en su mayor parte», por lo que «no existía impedimento alguno para ejecutar unas obras cuyo viario se orientara correctamente a los puntos cardinales si se hubiera querido», siguiendo así los «cánones tradicionales romanos».
Partiendo de ello, José Luis Escacena, César Esteban y Sebastián Vargas-Vázquez profundizan en «la posible interpretación de la orientación del Traianeum», que sería «enteramente consistente con la del resto de la estructura viaria de la ciudad nueva»; defendiendo la tesis «tradicional» respecto a «un único expediente constructivo, en el que toda la nueva ciudad se concibió con un diseño ortogonal regido por la orientación celeste» del templo de Trajano, un emperador nacido precisamente en Itálica.
Para tal interpretación, estos autores se han servido de un «trabajo de campo arqueoastronómico llevado a cabo en el emplazamiento» del «Traianeum» mediante «la obtención de medidas precisas de la orientación del edificio«; «la observación de ortos y ocasos solares en fechas de importancia singular del calendario solar, en particular en el orto del solsticio de verano y en el ocaso del solsticio de invierno«; y «observaciones del orto y del ocaso solar en fechas determinadas desde el propio edificio y desde su entorno inmediato», entre otras técnicos.
Tras dicha labor, estos investigadores formulan la propuesta de que «la orientación del Traianeum y, por extensión, de la red viaria de la ‘nova urbs’ italicense se fijó teniendo en cuenta la observación del ocaso solar en el solsticio de invierno«, fenómeno que «se producía justo sobre el cerro de la Cabeza» del actual municipio de Valencina de la Concepción, algo que «pudo ser el motivo básico que condicionó el emplazamiento concreto del templo, más aún que la topografía del lugar».
«En consecuencia, si la trama de las nuevas calles muestra una clara discrepancia con este patrón recomendado por los cánones tradicionales romanos, podemos concluir que se debió a una intención clara y consciente de hacer las cosas de otra manera», consideran recordando que «diversos autores han reconocido ya una probable motivación astronómica» en la «orientación general» de la ampliación de Itálica.
Al hilo, estos autores recuerdan que el «Traianeum» fue ordenado construir por Adriano como «complejo ceremonial» destinado al culto a Trajano, su antecesor al frente del Imperio romano; enlazando tal extremo con el hecho de que «el mundo romano tardío, tan influenciado por las religiones mistéricas orientales, conmemoró también durante el solsticio de invierno la festividad del Sol invicto».
Con tales factores sobre la mesa, Escacena, César Esteban y Sebastián Varga-Vázquez exponen en este estudio que no se puede «descartar» que la orientación del «Traianeum» hacia el ocaso solar en la fecha del solsticio de invierno, «punto en el que la vista desde Itálica hacía coincidir el fenómeno con los mayores cabezos del paisaje local, persigue precisamente toda esta carga simbólica».
«De esta forma, la disposición del templo estaría refiriéndose al hecho teológico del nacimiento de Trajano como divinidad, su apoteosis, y a la justificación de su culto imperial, equiparándolo al del propio Sol», resumen. Recordemos que las ruinas de Itálica (Santiponce, Sevilla) están consideradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España, además de que aspiran a ser reconocidas como Patrimonio Mundial.