El jurado popular del juicio contra Bernardo Montoya, acusado del asesinato y violación de Laura Luelmo, -la profesora zamorana de 26 años, en la localidad de El Campillo (Huelva)-, ha decidido que el juicio se celebre a puerta cerrada.
El TSJA comunicó que el jurado ha determinado que todas las sesiones de este juicio se celebren a puerta cerrada, tal y como han coincidido todas las partes presentes, desde la Fiscalía, acusación popular, acusación particular y defensa.
De este modo, todas las partes se han adherido a la petición del abogado de la acusación particular, -que representa a la familia de la joven-, el cual ha recordado que «desde el punto de vista técnico no existe ninguna razón» para que este juicio sea público, toda vez que ha incidido en «el derecho constitucional de la víctima» para que se preserve su dignidad y privacidad.
El letrado, que ha recordado que el juicio del también caso mediático de ‘La Manada’ fue a puerta cerrada, ha señalado el delicado cariz de este caso, -con una agresión sexual y posterior asesinato de la joven-, toda vez que ha sostenido que, al ser a puerta cerrada, «no se entra en colisión con el derecho de la prensa a informar». Como ha enfatizado, si el juicio tiene lugar a puerta abierta, «se perjudicará la memoria de la víctima».
Por su parte, el abogado de Bernardo Montoya ha apuntado que también se adhiere a la petición de la acusación particular de cara a la defensa de las «garantías procesales» de su representado.
El magistrado presidente, Florentino Ruiz, ha explicado al jurado, recién constituido, que tenía tres opciones de cara al juicio, es decir, que fuera a puerta abierta, a puerta cerrada o una opción intermedia, en la que hubiera sesiones públicas y las más delicadas, donde se mostraran imágenes, por ejemplo, y que pudieran incidir en la privacidad de la víctima, que se hicieran puerta cerrada. Para tomar la decisión correspondiente, el jurado popular ha tenido un receso y finalmente ha determinado que el juicio sea a puerta cerrada.