En un comunicado enviado a los medios de comunicación, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) señala en un informe la problemática que están teniendo que afrontar los profesionales sanitarios, que al igual que los ciudadanos de a pie, no están escapando de infectarse en esta sexta ola.
El SMA denuncia que hasta 2846 trabajadores trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se han tenido que dar de baja laboral por COVID-19. El informe, que tiene fecha de 14 de enero de 2022, comparaba los datos con los de la última recopilación de datos del sindicato, que fue el pasado 27 de diciembre de 2021. Por aquel entonces, los profesionales en incapacidad temporal eran 986.
Por lo que el número de sanitarios infectados y que no han podido trabajar se ha triplicado en el corto espacio de tres semanas. El sindicato señala que ese aumento se da de forma homogénea en todas las categorías profesionales de la Sanidad, dándose en el caso de licenciados sanitarios un aumento en números reales muy llamativo: 449 frente a los 165 del informe anterior. Por su parte, el personal de enfermería pasa de 300 a 960.
SMA denuncia además que siguen disminuyendo los Equipos de Protección Individual (EPUIs) y otros materiales de protección frente a posibles contagios. De momento, según el informe, los fallecimientos de profesionales sanitarios en Andalucía siguen siendo de 21.
Desde el Sindicato Médico Andaluz creen que la disminución del porcentaje de personal en aislamiento hasta un 66% (34 frente a 100) se debe a la estrategia adoptada por la Junta de Andalucía para afrontar las cuarentenas y aislamientos por casos positivos.
Una estrategia que más que destinada a parar la pandemia parece enfocada al maquillaje de datos. Tanto que hasta el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha tenido que ‘regañar’ a las Comunidades Autónomas que, como Andalucía, no contabilizan los positivos por auto-test.
Y mientras, una Sanidad Pública y trabajadores sanitarios que ante la inoperancia del gobierno andaluz a la hora de tomar medidas que le puedan restar votos, se sienten no solamente exhaustos, sino maltratados. No podemos olvidar las palabras hirientes del vicepresidente de la Junta de Andalucía Juan Marín sobre los despidos de profesionales de la Salud.
La respuesta de los políticos a la hora de no tomar medidas drásticas para parar esta sexta ola está siendo que la variante omicrón no está siendo tan grave como otras, pero esas excusas no son del agrado de los sanitarios.
El Colegio de Médicos de Granada, mediante un comunicado en su página web, considera un error la estrategia política de considerar la infección de COVID-19 como una gripe, ya que destacan los riesgos que supone para los pacientes, especialmente los no vacunados. Además, mencionan a las secuelas, el llamado ‘COVID persistente’ que en algunas personas no remiten hasta después de mucho tiempo.
Para la Junta Directiva del Colegio de Médicos, la sexta ola es fruto de la ausencia de medidas restrictivas en las fechas festivas que hemos pasado. Consideran además que la estrategia de focalizar todo a la campaña de vacunación ha sido insuficiente.
Para los profesionales de la Salud nazaríes, restricciones al aforo, control de los horarios y la implementación de medidas de ventilación en espacios cerrados hubieran ayudado a minimizar el impacto de esta sexta ola en Andalucía y en el resto de la geografía nacional. Por ello, desde el Colegio de Médicos de Granada piden que se tomen las medidas necesarias para reducir los picos de la pandemia.
En el comunicado, señalan que la sobrecarga de los centros sanitarios y la falta de personal para la época navideña ha repercutido de manera negativa en los profesionales sanitarios, llevándolos al cansancio tanto físico como mental. Denuncian además que la Sanidad pública se use como arma política y exigen la colaboración coordinada de todas las administraciones.
En cuanto a la atención primaria, los colegiados desean que el problema se solucione mediante la contratación de más personal, una petición no solamente causada por la pandemia mundial del COVID-19, sino que era algo que se llevaba pidiendo en el mundo sanitario desde hace muchos años atrás.
Los profesionales sanitarios solicitan una atención primaria fuerte y valorada por los ciudadanos, un cambio de modelo para mantener un sistema sanitario público de salud eficiente y sostenible.
Para acabar, también hacen un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos. El uso de mascarillas en interiores, evitar lugares cerrados y mal ventilados con aglomeraciones, sumados a la vacunación, es el camino a seguir para evitar la transmisión del virus.