Lo que hace unas semanas parecía un ejercicio de unidad y respaldo mayoritario del PP andaluz a la cúpula del partido reflejada en el Congreso de Granada, hoy se torna en malas palabras, desaires y rechinar de dientes. Todo, por un presunto caso de corrupción en el seno de la Comunidad de Madrid por el hermano de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y el derivado espionaje que -también supuestamente- habría realizado el entorno de Pablo Casado.
Pero, ¿sólo por eso? La balanza contra Casado no se ha desequilibrado de la noche a la mañana y por un hecho tan puntual, por mucho que haya afectado a la intocable líder madrileña. Simplemente este acto ha servido de detonante para la explosión que tantos estaban esperando.
Moreno Bonilla, que desde que entró en el Gobierno andaluz ha pasado de puntillas por los vaivenes políticos de su partido, ha manifestado la necesidad de «resolver el problema lo antes posible. Los problemas se resuelven siempre con diálogo y, por tanto, emplazo a que haya un diálogo con la dirección nacional y que, fruto de ese diálogo, podamos resolver este gran problema que tenemos ahora mismo lo más rápidamente posible».
O lo que es lo mismo: que Pablo Casado convoque Congreso Extraordinario y que Feijóo ocupe el cargo de líder supremo en el Partido Popular.
Volviendo al terreno andaluz, ¿En qué situación dejaría este movimiento a Moreno Bonilla, al PP andaluz y, lo más importante, al futuro de la Junta de Andalucía? Ciertamente, el presidente del Gobierno de Andalucía saldría reforzado de este estruendo y aprovecharía para marcarse un adelanto electoral en la transición política de su partido, frente al que ha sacado pecho de su ‘andalucismo’ en las últimas horas por el conato de Casado de convocar a los barones populares el 28 de Andalucía.
Cartas y más cartas las que juega Moreno Bonilla en este espectáculo político al que la ciudadanía asiste atónita mientras sigue sufriendo problemas reales que la Junta de Andalucía no logra atajar: la eternas esperas en Atención Primaria, la derivación a centros privados o las infatigables listas para ser atendidos por especialistas.
Otras voces del PP andaluz
Otras voces se han manifestado también en contra de Casado. El presidente del PP de Almería, Javier Aureliano García, ha indicado este martes que «es el momento de dar voz a los afiliados» de su partido a través de un congreso extraordinario «de unidad» frente a la crisis interna abierta en el seno de la formación que ha llevado a su dirección a convocar una reunión de la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos.
La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, también se ha pronunciado sobre la crisis abierta en el partido como consecuencia del enfrentamiento entre el presidente nacional, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayudo, una situación que debe derivar, en palabras de Pérez, en «un Congreso lo antes posible» en el que «abordar no solo el debate de las personas sino también de las ideas».
En este sentido también ha hablado el presidente provincial del PP de Cádiz, Bruno García, ha pedido un congreso extraordinario en el partido al ver «necesario que el diálogo sea nuestra base». Así, ha señalado que la realización de ese congreso debe ser «lo más inmediato posible» para «ofrecer una alternativa real a los españoles».
Por su parte, el presidente del PP de Córdoba, Adolfo Molina, ha subrayado que ante «el problema» que vive el partido, «hay que poner una solución lo antes posible y esa solución tiene que venir del diálogo».
El presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, ha apelado a la «unidad», al tiempo que ha pedido que se convoque un congreso extraordinario del que considera que la formación saldrá «fortalecida».
El presidente provincial del PP de Granada, Francisco Rodríguez, ha urgido la convocatoria de un congreso extraordinario ante la actual situación que atraviesa su partido y bajo el «convencimiento de la necesidad de un PP unido y fuerte».
En Jaén, Erik Domínguez ha hablado de «tristeza generalizada porque la situación no es agradable» y «es difícil», si bien ha destacado que, «si hay un partido que se haya levantado en otras situaciones y capaz de levantarse en una situación como esta, es el PP».