Es un topicazo hablar del precio del kilo de percebes en Navidad, por su alto coste y la dificultad de encontrar este producto exquisito con tanta demanda en las fiestas. Sin embargo, este año se ‘ha colado’ un invitado inesperado en las fiestas, que está damnificando los bolsillos de los andaluces: las pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa).
Adquirir este ‘artículo’ de prevención sanitaria se ha convertido en un auténtico lujo por los dos mismos factores que el coste de los percebes: el elevado precio y la alta demanda por las fechas en las que nos encontramos. Y es que, la saturación de la sanidad pública en Andalucía ha provocado que las clínicas privadas estén haciendo un negocio extraordinario en las fiestas navideñas.
Los encuentros familiares y las quedadas entre amigos durante esta Navidad está incrementando el número de infestados por Covid-19 de manera exponencial, registrándose cifras verdaderamente espantosas en todo el territorio nacional y en concreto en la región andaluza.
Son muchos los andaluces que han mantenido un contacto directo con un positivo, que tienen síntomas o que necesitan una prueba para volver a su lugar de origen porque han regresado a casa por Navidad para convivir con los suyos. Sin embargo, todos se están encontrando con el mismo hándicap: el colapso de los centros sanitarios públicos andaluces.
¿En qué se traduce esta obstrucción de los centros médicos? En largas colas para ver a un facultativo que pueda analizar la situación del paciente y, sobre todo, para solicitar que le realicen una prueba con la que definir si ese paciente ha sido contagiado por coronavirus. Un auténtico caos en el peor momento del año.
Los contratos de los 8.000 sanitarios que el gobierno de Moreno Bonilla no renovó en el mes de noviembre, hubieran servido para aliviar esta tesitura y dibujar un panorama totalmente diferente al que hoy día se está percibiendo en la mayoría de las ciudades andaluzas.
Con estos profesionales se podrían haber ahorrado el ‘mal trago’ los pacientes que están esperando en sus centros para recibir una prueba PCR o que directamente le han negado la opción, puesto que «ya no hay PCR; váyase a su casa y guarde cuarentena».
Cara alternativa
Por tanto, los contactos con positivos o aquellos ciudadanos que tienen síntomas y no son atendidos, sólo tienen dos opciones: esperar la llamada de su centro de salud o irse por la vía rápida del centro privado, aunque para ello tengan que preparar la cartera y abonar cantidades auténticamente desorbitadas. Para muchos, «cantidades inmorales«.
La pruebas PCR en los centros privados se están pagando entre los 100 y los 220 euros, dependiendo de la ciudad que analicemos, que está muy relacionada con la demanda que estén recibiendo durante estos días. Es más, en algunos laboratorios privados cobran por la celeridad con la que te entreguen el resultado de tu test. Si lo quieres para pasado mañana, 100 euros; si lo necesitas para mañana (31 de diciembre) y quieres cenar con tu familia, el precio es de 220 euros.
Si encargamos un kilo de percebes para cenar, posiblemente y dependiendo de las condiciones, podemos tener más suerte con el precio, ya que el coste del kilo de este delicioso crustáceo parte de los 90 euros.
Por tanto, si eres de los que quieren asegurar una Nochevieja sin sobresaltos, tienes que hacer un esfuerzo económico. Porque este año, una Navidad segura es una Navidad lujosa.