El monumento a las víctimas sevillanas de campos de concentración construido por el Ayuntamiento de Sevilla y que estará ubicado en la avenida Diego Martínez Barrio, junto a la rotonda de los Ingenieros Industriales, está terminado, «a falta de pequeños detalles», y aguarda su «pronta inauguración». No en vano, este acto oficial podría tener lugar en un par de semanas, como informan fuentes de entidades sociales relacionadas con la Memoria Histórica, que incluso barajan como fecha para su presentación al público el día 6 de abril, el miércoles previo a la Semana Santa.
La iniciativa impulsada por la Oficina de la Memoria Histórica de la Delegación de Igualdad, Educación, Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos, en coordinación con la Mesa de Participación de la Memoria Histórica, pretende rendir homenaje a los 24 sevillanos deportados en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El monumento, cuya construcción ha contado con un presupuesto de licitación de 39.996 euros, se configura a partir de «un muro de curvilíneas inflexiones y vocación escultórica, teniendo como material protagonista al hormigón armado». En torno a dicho muro se articula la puerta monumental, (murete bajo), que da paso al atrio de la Memoria, donde se situarán unas placas de homenaje y recuerdo, con nombres y apellidos, de las personas que sufrieron aquella situación», a través de un muro de hormigón de «trazado tortuoso», según recoge el proyecto.
Con ello, «se invita al espectador a rememorar, simbólicamente, la angustia que padecieron aquellos sevillanos». En ese documento técnico se destaca que los elementos representativos, alegóricos, simbólicos y conmemorativos del monumento aparecen en el frente, mientras que un seto alto de laurel interviene como «telón de fondo» y un ciprés pone el «contrapunto vertical» a la horizontalidad del conjunto.
«El encierro sin esperanza» está representado alegóricamente por un murete bajo. Asimismo, el sufrimiento cotidiano y el padecimiento final que significaban las llamadas ‘escaleras del infierno’ se simboliza en el acabado rugoso del material y el escalonado en abanico del muro, se explica en el citado proyecto.