Hace unos días conocimos la triste noticia del fallecimiento de Fernando Samper, el hombre que levantó el imperio del Grupo Jorge. Fundador y presidente de honor de matriz Jorge S.L. Fernando nos dio su adiós con 89 años y toda una vida de éxito empresarial, continuando el negocio familiar que hace ocho décadas inició su padre. Su valentía, audacia y visión dio el gran impulso a la empresa familiar hasta asentarla en un escalón de enorme relevancia.
Fernando deja su imperio empresarial en las manos de sus hijos, Sergio, Jorge, Carmina y Olga quienes han continuado la senda ampliando y diversificando el mercado de Grupo Jorge. Otro hijo, Fernando, está al mando de Forestalia, y continúa con su legado manteniendo siempre los valores que propugnó su padre durante toda su vida: la transparencia, la responsabilidad social y medioambiental junto a la calidad, tanto de producto, como del valor humano.
Se puede decir de Fernando de casta le viene al galgo. Tomó el relevo de su padre, Tomás Samper, que inició el negocio familiar vendiendo lechones en la provincia de Huesca, hace más de 80 años. Fernando tomó el relevo de su progenitor, proyectando una prolífica estirpe empresarial que ha llegado a convertirse en uno de los mayores grupos cárnicos de España, y la primera exportadora nacional de carne porcina: más de medio millón de toneladas al año y la exportación del 14% del total nacional.
Luego llegó el impulso a la diversificación, siendo el Grupo Jorge un conglomerado muldisciplinar que opera en sectores como el ya referido de la comercialización cárnica, como en el agrícola o el energético. De la mano de Fernando Samper ha abierto sedes en Zaragoza, Lérida, Barcelona y Badajoz, siendo una empresa relevante en el panorama nacional.
Fernando ha sido un audaz empresario hecho a sí mismo, el más vivo ejemplo de la superación y el éxito. Una película de Hollywood en la que el protagonista, de orígenes humildes, consigue logros insospechados en el pujante orbe empresarial. Muere el hombre pero pervive un legado digno de alabar.