Blas Ballesteros Sastre
Politólogo y abogado
En el 2016, Francisco Griñán en el Diario Sur destacaba la obra literaria del autor andaluz Antonio Gala y se refería a él como ‘La poesía y la espada’ y reconocía que a este mágico escritor, fervorosamente leído, “se le negaban premios oficiales a los que tiene derecho y méritos más que suficientes”. El propio antólogo José Infante insistía en decir “incluso más que algunos que los han recibido”, tengo ante estas elecciones autonómicas una sensación amarga, por sentir que puede ocurrir lo mismo que le ocurrió a nuestro maravilloso y único escritor referencial de este último siglo, Antonio Gala, lo mismo le puede ocurrir al candidato del PSOE de Andalucía, Juan Espadas.
Hoy sobrevivimos a una campaña marcada por las encuestas, con la intención maligna no de hacer y realizar una fotografía del momento político sino todo lo contrario, de influir en la opinión generando una influencia sociológica en el conjunto del electorado como en los mejores tiempos de Goebbels y el nazismo. Mi sorpresa es que desde la izquierda nadie da un porrazo en la mesa y comienza hablar de lo verdaderamente importante que son los programas electorales y no esas dádivas últimas que nos ofrece el candidato del PP de un wifi gratis y una tele.
La izquierda debería explicar los avances que esta tierra ha tenido, siendo olvidada históricamente por los sectores más reaccionarios, que hoy vive además a la izquierda del PSOE una división absolutamente inaceptable y que un PSOE de Andalucía que debería de explicar, razonar y desarrollar todos los avances que se han realizado en los últimos años en políticas sociales, en libertades públicas tanto en Andalucía como en España por parte de los socialistas.
No articulan fórmula de que se capilarice esa información. El PSOE de Andalucía es el único voto útil de la izquierda frente a la llegada de la derecha y la extrema derecha, es el único referente de las garantías del estado de bienestar y del equilibrio para que se mantenga ese estado de bienestar a partir del próximo 19 de junio donde ya ha sido fraccionado seriamente en las políticas sanitarias y educativas gestionadas por el Partido Popular.
Espadas es un gran gestor. Lo ha demostrado en todos los ámbitos en lo que ha gestionado, tanto en el Gobierno de la Junta de Andalucía como en el propio Ayuntamiento de Sevilla y estoy convencido que puede ser un candidato competitivo si sus asesores son capaces de hacer llegar ese mensaje de que es un hombre honesto, trabajador, que labora y cumple los proyectos y los compromisos y tiene mucha resistencia ante las dificultades.
Es profundamente sorprendente que ninguno de su equipo destaque todas y cada una de las virtudes que estoy indicando, se empeñan y empañan en carteles y eslóganes como si estuviéramos hablando de las primarias de la familia Clinton. Señores, esto es Andalucía, escuchar las letras de Carnaval y no vayáis a las casetas de los cortijeros, ir más a la profunda Andalucía que nos habla, que nos reivindica, que nos quiere, ni Juanma ni Olona representan el espíritu de esa tierra de Caparrós del 4 de diciembre, del 28 de febrero y de todas y cada una de las conquistas históricas que el pueblo andaluz ha sido capaz de llevar a cabo.
Si consiguen al final gobernar será por los errores que cometa la propia izquierda, que a la izquierda del PSOE desunida y el PSOE de Andalucía por no generar las esperanzas que tiene que ser la generación de un futuro mejor. GLADIUS tiene que creérselo y dejar de escuchar a algunos titiriteros y escuchar más a ese pueblo que lo reivindica, que lo necesita y que sería un magnífico presidente para un gobierno en Andalucía que garantice las libertades, los derechos, el bienestar social y profundizar en la creación de empleo como lo está haciendo el Gobierno de Sánchez.