La ‘premier’ Liz Truss ha anunciado este jueves su dimisión al cabo de menos de 45 días de su llegada a Downing Street por las presiones de su propio partido. Truss pasará a la historia como la mandataria más breve en la historia del Reino Unido y como la cuarta líder conservadora en caer en seis años, tras las dimisiones sucesivas de David Cameron, Theresa May y Boris Johnson desde el 2016, y tras el voto a favor del Brexit.
El anuncio se produjo tras el encuentro de Truss con Graham Brady, el presidente del Comité Parlamentario 1922, que le trasladó el sentir general de los diputados ‘tories’ tras el fiasco de su presupuesto y las dimisiones de Kwasi Kwarteng como secretario del Tesoro y Suella Braverman como secretaria de Interior.
Liz Truss confirmó su dimisión alegando «la imposibilidad de cumplir con la agenda» con la que fue elegida «en un período de gran inestabilidad política e internacional«. Truss permanecerá provisionalmente como líder conservadora hasta la convocatoria de un nuevo concurso para la sucesión la próxima semana.
Sin embargo, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha reclamado que se celebren «elecciones generales» de forma «inmediata». «El pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos», dijo Starmer minutos después de la intervención de Truss.
La líder conservadora recordó que su objetivo era impulsar «una economía de bajos impuestos y alto crecimiento que aprovechara las ventajas y las libertades del Brexit», pero reconoció implícitamente su fracaso.
La ‘premier’ dimisionaria aseguró que el calendario para la evaluación fiscal de su prepuestos sigue en pie para el 31 de octubre, con la meta de garantizar la estabilidad económica y la seguridad a los británicos.