El candidato de Podemos a la Alcaldía, Fernando Rivarés, ha asegurado que Zaragoza está “desperdiciando el enorme talento científico e innovador” con el que cuenta. Así, ha señalado que, de cada 100 euros que el PP ha invertido en economía, 85 han ido sólo a la hostelería y el comercio, gran parte de ellos a proyectos “absurdos” como los toldos de Delicias o maceteros de plástico que, por otra parte, tampoco han impedido la desaparición de 1.200 negocios en estos cuatro años.
“Cuando el Ayuntamiento gasta el doble de dinero en los toldos de Delicias que en apoyar las industrias creativas y tecnológicas ya estamos copiando el modelo de Ayuso de terrazas y bares que tanto le gusta a Chueca”, ha lamentado.
Rivarés ha recordado que, a diferencia de Teruel con la Agencia Espacial, el Ayuntamiento de Zaragoza no colaboró con la consejera Maru Díaz para que la capital aragonesa consiguiera la Agencia de Inteligencia Artificial. Además, tampoco participa en la Estrategia Aragonesa de Inteligencia Artificial ni en el Hub de Innovación Digital de Aragón, donde sí están municipios más pequeños como Huesca o Alcañiz. De hecho, el PP votó dos veces en contra de formar parte de este hub.
Así, el candidato de Podemos se ha comprometido a “invertir esta inercia desoladora”. En primer lugar, apoyando el proyecto Aragón Tech City y creando espacios de I+D+i y de atracción de empresas dentro de la Ciudad del Deporte, pensando en compañías tecnológicas que trabajen en el ámbito del deporte y la salud.
“Creemos que la mejor manera de apoyar a la innovación no es subvencionando, sino contratando”, ha remarcado. Por ello, ha anunciado que lanzará un programa de compra pública, dotado con un mínimo de 500.000 euros, para que el propio Consistorio se aproveche de las mejores ideas de los emprendedores y, a su vez, suponga un apoyo económico fundamental para empresas que están comenzando.
Del mismo modo, Rivarés ha adelantado que creará la marca Zaragoza Smart City, que abarcará todos los proyectos relacionados con la tecnología y los servicios públicos, desde un control inteligente del tráfico y del aparcamiento hasta la vigilancia del ruido. A ello ha sumado el apoyo “decidido” a las industrias creativas y de los videojuegos y a proyectos tecnológicos orientados a la atención personal y de cuidados a personas mayores.
Por último, ha apuntado la necesidad de no olvidar las brechas económicas, de edad o de género en lo relativo al acceso a la tecnología, por lo que “el acceso y el acompañamiento serán fundamentales para romper esas barreras”.