La Policía Nacional ha desarticulado en la provincia de Málaga un grupo criminal itinerante que se dedicaba a los robos con fuerza en viviendas habitadas y que eran considerados como los de mayor actividad en toda España.
Durante la operación Itacro 4, los agentes han detenido a cinco de los integrantes de dicha banda: cuatro mujeres y un hombre, siendo una de ellas menor de edad en los registros practicados en Benalmádena (Málaga) y Oliva (Valencia).
Se les atribuye al menos 35 delitos de robos de viviendas en toda la geografía española mediante el procedimiento del resbalón. Los detenidos están acusados de presuntos delitos de robo, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y contra la seguridad del tráfico.
La Policía Nacional ha recuperado gran cantidad de efectos procedentes de las sustracciones, tales como joyas, bolsos, dinero en efectivo, así como la documentación falsa que utilizaban en sus desplazamientos y herramientas para la apertura de puertas.
La investigación se inició en el mes de noviembre del pasado año, con la detección de un modus operandi similar en la ejecución de varios robos que hacía presumir una misma autoría.
Estas personas integraban una organización itinerante dedicada a robar con fuerza en viviendas habitadas, a las que accedían mediante el uso de la técnica conocida como resbalón, es decir, forzar la puerta de la vivienda cuando esta no se está cerrada con llave, haciendo uso de un plástico duro o destornillador que introducen en la ranura de la puerta, ayudándose generalmente de productos que disminuyen la fricción y el rozamiento, tales como jabones o aceites que facilitan la apertura.
Generalmente, cometían los hechos en horario diurno, aprovechando la ausencia de moradores y el botín se centraba en la sustracción de joyas y dinero en efectivo.
Las pesquisas llevadas a cabo por el Grupo de Robos de la UDEV de la Comisaría Provincial de Málaga, responsable de la investigación, permitieron recopilar las características físicas y otras particularidades de los presuntos autores, comprobando como estos hacían uso de medios de ocultación para evitar ser reconocidos, comprobando igualmente las coincidencias existentes entre las denuncias presentadas por todo el territorio nacional, dejando de manifiesto su itinerancia por toda España.
Los miembros de esta red utilizaban vehículos de alquiler y se hospedaban en viviendas para lo que aportaban documentación falsa para dificultar la investigación policial y, por tanto, eludir la acción de la justicia.
Una vez en la zona donde pretendían actuar, inspeccionaban los barrios de mayor nivel económico, adoptando todo tipo de medidas de seguridad para no ser detectados hasta el momento de perpetrar el robo por el procedimiento antes referido. Sustraían principalmente artículos de lujo, joyas y dinero.
Finalizado el tiempo que duraba la «campaña» de robo en una zona concreta, las células volvían al centro de operaciones donde, por un periodo corto de tiempo, cesaban su actividad delincuencial para inmediatamente desplazarse a otra zona del territorio nacional donde reiniciaban sus acciones delictivas.
Así, se han localizado actuaciones de la red en localidades de Málaga, Burgos, Madrid (Pozuelo de Alarcón y Getafe) y Valencia (Gandía), han precisado desde la Policía Nacional en un comunicado recogido por Europa Press.
Este clan familiar está considerado como uno de los grupos organizados asentados en España con una intensa actividad delincuencial, especializada en los robos con fuerza en vivienda habitada y valiéndose de menores de edad para la comisión de sus acciones.
Durante las indagaciones los policías de la UDEV de Málaga ubicaron el centro de operaciones de esta red en una urbanización de lujo en la localidad valenciana de Oliva, donde adoptaba máximas medidas de seguridad.
En dicha vivienda residía el patriarca, desde donde distribuía las células por diferentes zonas del territorio nacional. Además, era el que controlaba en todo momento a los integrantes de la red, habiéndole retirado a parte de ellos la documentación personal con el fin de obligarles a cumplir y a obedecer sus órdenes.
Tras la judicialización de la investigación dirigida por el Juzgado número 4 de Torremolinos, los policías nacionales de Málaga, en colaboración con sus homónimos en Gandía (Valencia), culminaron el operativo el pasado mes de marzo con dos registros, uno en Oliva (Valencia) y otro en Benalmádena (Málaga) y la detención de cinco de sus miembros. Entre los arrestados se encontraba el principal investigado y un menor que utilizaba la red para cometer los robos.
En los registros los agentes han recuperado joyas y otros efectos valorados en más de 200.000 euros, todos procedentes de sustracciones en localidades de Madrid, Burgos, Valencia y Málaga, además de 4.000 euros en efectivo, diversas monedas extranjeras, documentación falsa, con la que se desplazaban los integrantes de la célula, así como la documentación verdadera de los detenidos.